El mundo de la cultura alerta de los "males" del independentismo

Joan Manuel Serrat e Isabel Coixet son algunos de los que más han criticado la actitud de los independentistas en Cataluña.

Joan Manuel Serrat.
Serrat vendrá a Zaragoza para respaldar la exposición sobre Aragón y Cataluña
David Fernández/efe

La preocupación por la crisis de Cataluña ha calado profundamente en el mundo de la cultura, como evidencian las declaraciones que artistas e intelectuales han hecho en las últimas semanas para alertar de los "males" del independentismo, advertir del "miedo" que sienten a opinar y apelar al "diálogo".

La cineasta Isabel Coixet publicaba a comienzos de octubre una carta en 'El País' en la que se lamentaba por los insultos que, en ocasiones, tienen que soportar algunos catalanes que, como ella, no avalan "la actuación del Govern".

"Nos están echando de Cataluña", decía días después Coixet en una entrevista también en 'El País'. "Por mi cabeza ronda muchas veces la idea de irme de Cataluña. Si uno se va es porque le echan".

El "miedo" a opinar se ha percibido en todos los sectores de la cultura, y artistas, escritores, actores, cineastas, músicos, cantantes e intelectuales han sido cautelosos con sus comentarios sobre el proceso secesionista.

Entre los menos temerosos, el cantautor Joan Manuel Serrat, que en una entrevista con 'El Periódico' dijo que prefería "pasar miedo que vergüenza", después de haber afirmado en Chile que la convocatoria del referéndum independentista no era "transparente".

Su compañero de profesión y amigo Joaquín Sabina se mostró también contrario a quienes buscan escindirse de España para formar una patria "más pequeñita teniendo una tan grande".

Desde Buenos Aires Sabina ha vuelto a referirse a este asunto hace pocos días y ha considerado "terrible" que se haya llegado a llamar "fascista" a un "emblema de la catalanidad" como fue siempre Serrat, además de afirmar que un grupo de políticos "profundamente irresponsable" ha dividido a los catalanes de una manera "atroz".

"Lo que nos enriquece es la diversidad de culturas dentro del propio país. Que no las comportamos y que las queramos dividir me entristece", ha aseverado por su parte la soprano Ainhoa Arteta.

También muy crítico con el nacionalismo se ha mostrado el premio Nobel Mario Vargas Llosa -que participó el 8 de octubre en la manifestación en Barcelona a favor de la unidad de España- por considerarlo una ideología "perniciosa" y "la peor de todas las pasiones, la que ha causado más estragos en la historia".

Esa misma línea siguen las declaraciones de Juan Marsé, para quien "lo que se propone el Govern es rigurosamente incompatible con un Estado de Derecho" dijo el escritor que se declaró no nacionalista y al que todas las banderas le "repugnan".

Para el actor Antonio Banderas, la situación de España "a veces se parece a una película de Berlanga" de tal forma que "lo de Cataluña se ha convertido en un animal extraño, difícil de observar".

Para el cantante y actor Pablo Carbonell, Carles Puigdemont se ha comportado "como un afrikaner" por haber "dividido y "enfrentado" a la sociedad.

La fractura es también el resultado de una ausencia de "diálogo", otro de los términos que más se han repetido en el sector de la cultura por quienes, como el cantante Sergio Dalma, sienten que es la única vía hacia una solución.

"Siento rabia e impotencia al pensar que votamos a una serie de políticos para que saquen a un país adelante, no para llevarlo a donde lo han llevado", ha manifestado Dalma.

Mientras, el también cantante madrileño Josele Santiago, que reside en Barcelona, considera que "es un despropósito" lo que ocurre y sostiene que "no se puede hacer peor que Mariano Rajoy, que está entrando al trapo. Hay que sentarse y hablar, sobre todo porque cuando no te escuchan, gritas".

La preocupación es otro sentimiento compartido ante lo que el escritor Jon Juaristi califica como una situación "caótica y muy catastrófica" con la que los políticos están "haciendo el ridículo de forma espantosa".

El arquitecto barcelonés Óscar Tusquets expresó ese sentimiento de pesadumbre en una entrega de premios en la que lanzó una súplica: "Por favor, no nos abandonéis", dijo en alusión a los "más de dos millones de personas" que, como él, no piensan que Madrid "robe" a Cataluña.

Otros se han resistido de forma manifiesta a opinar, como el cantante Enrique Bunbury, que asegura que la política no merece su atención porque "está infectada por personajes de una ruindad que no merece ni nuestra atención, ni nuestra conversación".

"Parafraseando al último ganador del Planeta, cuando los políticos hablen de literatura y teatro en el Congreso, nosotros hablaremos de política", dijo a Carles Sans, miembro de la compañía Tricicle.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión