Guardias civiles de Aragón, entre los obligados a abandonar hoteles en Calella

Algunos efectivos de las unidades de Seguridad Ciudadana han tenido que ser realojados en un antiguo acuartelamiento de Gerona.

Instalaciones en las que han sido reubicados los agentes echados de los hoteles en Calella
Instalaciones en las que han sido reubicados los agentes echados de los hoteles en Calella

Varias decenas de guardias civiles procedentes de las Unidades de Seguridad Ciudadana (USECIC) aragonesas se encontraban entre los cerca de 500 agentes que han sido obligados a abandonar los hoteles en los que se alojaban en Calella.

Aunque el grueso de los efectivos aragoneses de este cuerpo se encuentran desplegados en Barcelona capital (principalmente el Grupo de Reserva y Seguridad Ciudadana), los efectivos de Seguridad Ciudadana se encontraban en el hotel Vila de Calella, de donde fueron expulsados este lunes 250 guardias civiles que tuvieron que ser reubicados en un antiguo acuartelamiento de Gerona, el regimiento de infantería Arapiles 62. 

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denuncian el estado en el que se encuentran estas instalaciones donde, según informan, faltan servicios tan básicos como las duchas y otros, como las camas (en la foto) dejan mucho que desear. "Aunque los compañeros por lo que realmente están fastidiados es por el abandono que están sufriendo, por la inacción por parte del Ministro de Interior y del director general de la Guardia Civil, que no hacen ni dicen nada", criticaban esta mañana fuentes de AUGC.

Un guardia civil del GRS de Casetas tilda el estado de esas instalaciones militares de "lamentable" y ha especificado que los agentes han pasado la noche en una nave diáfana con taquillas de lona, sin duchas, ni toallas ni calefacción: "Hemos tenido que comprar  propias toallas y las duchas están en otra nave, no tenemos medios ni logística para estar aquí y estamos todos con un sentimiento de abandono grandísimo. Qué pena tan grande, qué pensarán nuestra familias", comentaba este mismo agente en una conversación con sus compañeros.

Desde AUGC aseguran que el sentimiento entre estos trabajadores que tuvieron que abandonar el hotel "en medio de un pasillo de la vergüenza en el que fueron insultados por los independentistas", es de "profunda humillación y abandono" y critican que la institución a la que sirven no sea "capaz de garantizarles un lugar digno de descanso tras jornadas maratonianas" en la que se ven sometidos a "un enorme estrés".

El ambiente de crispación es máximo estos días en Cataluña y los cerca de 400 agentes de las unidades aragonesas de la Policía Nacional y la Guardia Civil allí desplazados siguen denunciando los escraches y las caceroladas que están sufriendo en distintos puntos de la comunidad vecina.

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