Harry Athwal, el turista británico que no quiso dejar a un niño morir solo en las Ramblas

Este hombre estaba en un restaurante cuando vio el atentado y salió a la calle para atender a las víctimas.

Harry Athwal, arrodillado sobre el piso de Las Ramblas minutos después del ataque.
Harry Athwal, arrodillado sobre el piso de Las Ramblas minutos después del ataque.
Afp

Harry Athwal es un turista británico de 44 años que durante las últimas horas se está convirtiendo en Reino Unido en el símbolo de valentía, humanidad y ayuda a las víctimas de los atentados en Barcelona y Cambrils por su actitud con el niño australiano Julian Cadman, de siete años, en el suelo de las Ramblas.

Este inglés de Birmingham se encontraba en el balcón del primer piso de un restaurante de La Rambla en el momento del atentado del pasado jueves. Desde allí vio el ataque y tras pedir a sus acompañantes que no se movieran de ahí, bajo a prestar ayuda.

"Fue instintivo. Miré a ambos lados, había cuerpos esparcidos y a mi derecha estaba el niño, en medio de la calle. Corrí directamente a él", declaró Athwal al periódico británico 'Mirror'.

"Estaba inconsciente, su pierna estaba doblada y le salía sangre de la cabeza. Sabía que era más que sangre", afirma. "Le tomé el pulso y no tenía. Puse mi mano sobre su espalda y pensé que se había ido. Le acaricié el pelo y me llené de lágrimas, pero me quedé con él, me senté allí porque no iba a dejar a este niño en medio de la calle", asegura.

Aunque la policía le reiteró varias veces que debía moverse ya que los terroristas podrían regresar, Athwal se negó a dejar a Julian. "Se parecía a mi propio hijo. Era de su misma edad, unos siete u ocho años", asegura.

"Nunca vi su rostro pero me consuela saber que tenía alguien con él", recuerda Athwal, que tuvo que llamar repetidamente a los servicios de emergencia para que atendiesen al chico. "Había tanto pánico, la gente gritaba y había muchos cuerpos para atender", indica.

Posteriormente se reunió con su hermana y el resto de sus acompañantes en una farmacia donde esperaron hasta la medianoche cuando la policía llegó y les hizo marchar.

Harry Athwal, que regresó a Las Ramblas para unirse al minuto de silencio, aseguró que se quedarían hasta el lunes tal como habían planeado. "Se lo debemos a Barcelona", añadió.

Falta de información y confusión

La confusión ha sido constante en el caso del pequeño Julian Cadman. Apenas habían transcurrido unas horas del brutal ataque contra Barcelona cuando el abuelo del pequeño informó desde Australia a través de Facebook de que su nieto permanecía desaparecido. La población se movilizó para encontrarle, pero el hecho de que Julian hubiera acudido a España tan solo con su madre, que resultó herida grave en el atentado, dificultó su identificación hasta este sábado por la tarde, cuando su padre llegó a España desde Australia.

El mismo sábado por la mañana, debido a un error de interpretación, los medios de comunicación se hicieron eco de que Julian permanecía con vida ingresado en un hospital, y la información oficial publicada por los Mossos en sus redes sociales no ayudó a arrojar luz sobre el asunto, que se fue malinterpretando a medida que pasaban las horas.

Este domingo, a primera hora de la tarde, se confirmaba la peor de las noticias: el pequeño de siete años había fallecido en el deleznable ataque. Julian es el segundo menor asesinado en el ataque contra la Rambla barcelonesa: al pequeño Xavi, de tres años y vecino de Rubí, también le arrebataron la vida los terroristas.

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