La única fallecida hasta ahora por el atentado que se produjo en la madrugada de este viernes en Cambrils es Ana María Suárez López, de 67 años, una vecina de Zaragoza que se encontraba en el paseo de las Palmeras con su marido, su hermana y otro aragonés y fue apuñalada por un yihadista. Ella hace la víctima mortal número 14 de las acciones terroristas que sacudieron Barcelona y esta localidad de la Costa Dorada, muy frecuentada por turistas de la comunidad aragonesa.

El atentado de Cambrils se produjo unas horas después de que una furgoneta arrollara a un centenar de peatones en La Rambla de Barcelona y matara a trece personas. Una célula yihadista con cinco terroristas (uno de ellos era el que conducía la furgoneta de la Ciudad Condal, según fuentes de la lucha antiterrorista) que iban en un Audi A3 se saltó un control de los Mossos d’Esquadra y arrolló a seis personas, tres de ellas vecinas de Zaragoza. A Ana María Suárez la acuchillaron en la cabeza cuando los terroristas salieron del coche.

Los agresores iban armados con cuchillos y una hacha y llevaban cinturones con supuestos explosivos. Al ver que atacaban a los viandantes en su huida, los Mossos no dudaron en abatirlos. La respuesta de la Policía se produjo en dos episodios, ya que uno de los terroristas logró escapar y luego fue alcanzado. En un primer momento, una agente de los Moscos d’Esquadra abatió a cuatro de los terroristas cuando ellos bajaban armados del coche que acababa de volcar en la rotonda del Club Náutico de Cambrils. Al parecer, el Audi A3 de los yihadistas golpeó y desplazó varios metros un vehículo policial. Como los ocupantes de este último quedaron aturdidos, los terroristas fueron directamente a por ellos. Desde el suelo, la agente hizo fuego contra ellos al ver que estaban a punto de apuñalar a su compañero.

El quinto yihadista logró escapar, pero la Policía pidió la ayuda de un helicóptero para localizarlo. Tras unos momentos de tensión, que han podido revivirse a través de un vídeo difundido en las redes sociales, los Mossos intentaron reducirlo invitándole a tirar las armas. Finalmente y tras escuchar como profería gritos de ¡Ala es grande!, este activista fue abatido. Los agentes temían que pudiera hacer estallar los explosivos que llevaba en la cintura, aunque luego resultaron ser falsos.

En su huida, este terrorista había asestado una cuchillada en la cabeza a la aragonesa Ana María Suárez, según confirmaron ayer fuentes de Interior. Su familia no conocía esta versión oficial, ya que en el hospital Juan XXIII de Tarragona solo les habían dicho que sufrió un "golpe en la cabeza".

Paseaban tranquilamente

Cuando fue alcanzada por los yihadistas, la zaragozana se encontraba con su marido Roque Oriol, de 69, su hermana Alicia y otra persona paseando por el centro de Cambrils, donde tienen un apartamento desde hace 40 años y solían pasar todos los veranos. El Audi de los terroristas embistió al grupo, causándoles traumatismos en la cabeza.

Los heridos fueron trasladados en varios ambulancias de madrugada al hospital Juan XXIII de Tarragona. Como consecuencia de las graves lesiones que presentaba, Ana María Suárez falleció ayer al mediodía.

El marido de la fallecida, Roque Oriol, natural de la localidad de Morata de Jalón y jubilado, se encuentra ingresado en estado grave en la uci de este mismo centro hospitalario. Fue operado poco después de llegar a urgencias, ya que tenía un fuerte traumatismo craneoencefálico, según explicó ayer a este periódico su hermano Jesús, antes de emprender viaje a Tarragona para visitarlo.

La hermana menor de la zaragozana fallecida, Alicia, que es viuda y trabaja como cocinera en el colegio Sagrada Familia de la capital aragonesa, resultó también herida grave. La cuarta víctima de la Comunidad que está ingresada no ha sido identificado todavía.

El antecedente del 11-S

Se da la circunstancia de que a escasos 50 metros de la rotonda donde se produjo el atentado de ayer de los yihadistas se encuentra el Hotel Mónica, donde Mohamed Atta pasó una noche en agosto del 2001 para preparar el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas de Nueva York. Estuvo allí tras pernoctar también una noche en una pensión de la vecina localidad de Salou.

La reserva del hotel en el que Mohamed Atta, un piloto suicida de uno de los aviones y principal implicado, se realizó desde un céntrico establecimiento hotelero de Zaragoza.