“Escuché los disparos, me asomé a la ventana y vi tres cuerpos sin vida en el suelo”

Varios testigos aragoneses relatan la angustia que han vivido esta madrugada en Cambrils.

El vehículo utilizado por los terroristas terminó volcando en el Paseo Marítimo de Cambrils.
El vehículo utilizado por los terroristas terminó volcando en el Paseo Marítimo de Cambrils.

En torno a la 1.00 de este viernes, el Paseo Marítimo de Cambrils se ha convertido en un auténtico caos, como consecuencia del ataque terrorista producido esta madrugada. “Todo empezó frente a la oficina de Turismo de Cambrils, donde había colocado un control policial. Los agentes dieron el alto a un vehículo que no se detuvo y salieron tras él”, explica Josefina, testigo presencial de los hechos.

“Calculo que recorrerían unos 100 metros, hasta el Club Náutico, junto enfrente de donde yo vivo. Escuché los disparos, me asomé a la ventana y vi tres cuerpos sin vida en el suelo. Debajo de mi terraza había un restaurante lleno de gente cenando, con un montón de niños, que rápidamente se metieron en el interior. Bajaron las persianas y cerraron las puertas”, relata la vecina, quien permaneció despierta prácticamente toda la noche.

“A las 4.30 de la mañana vinieron tres personas, supongo que forenses, y estuvieron revisando los cuerpos y que no hubiera más explosivos”, sentencia Josefina.

Carlos Vallespín es un zaragozano que anoche cenaba "tranquilamente" en pleno Paseo Marítimo. "A la 1.30 de la madrugada nos ha despertado un familiar alertándonos de lo que había ocurrido. Entonces escuchamos algunas sirenas y comenzamos a ver, sobre todo, presencia de helicópteros, mientras seguíamos las noticias en la televisión. Esta mañana la tranquilidad en Cambrils era total. Nosotros lo hemos seguido en directo, pero seguro que hay personas que se despiertan sin saber lo que ha ocurrido”, explica el zaragozano Carlos Vallespín.

Por su parte, la aragonesa Montse Carmen Morera regresaba a Cambrils en su coche minutos antes de que tuviera lugar el ataque. "Volvíamos en coche de Salou, más o menos sobre la 1.00, cuando vimos un montón de policía dirección a Cambrils. Justo en el límite con Salou nos paró la policía para desviarnos por otra carretera, pero nos dijeron que no nos podían informar de lo que estaba ocurriendo", relata.

La angustia de otras dos familias aragonesas

Salvador Baena, un aragonés que estaba de vacaciones en Cambrils, había salido anoche con su mujer y unos amigos a cenar a un restaurante del Marítimo y vivieron "unas horas angustiosas" hasta que pudo regresar a su casa y recoger a su hija y unas amigas en una discoteca.

No esperaban que después del atentado en Barcelona iban a pasar un segundo capítulo en la localidad de la Costa Dorada que estaba llena de turistas, muchos de ellos de Aragón.

Cuando llegaron al Marítimo a las 20.30 vieron una presencia  poco frecuente de tres vehículos de los Mossos d'esquadra, pero lo achacaron a la vigilancia que provocó la acción terrorista en Barcelona. Al concluir la cena, pasada la una de la madrugada, atravesaron por el lugar cinco minutos antes por donde se iba a producir el atentado de un grupo de cinco yihadistas que circulaban en un Audi y arrasaron a un grupo de personas y provocaron siete heridos.

"Ibamos paseando hacia casa y empezamos a ver un despliegue policial tremendo. Había unos diez coches de los Mossos y varios de la secreta, que paró donde estábamos para decirnos: 'Vayan a casa porque va a haber un tiroteo'. Eran las 1.20 o así", ha recordado esta mañana Salvador Baena, quien todavía tiene el miedo en el cuerpo a pesar de trabajar como forense en el Instituto de Medicina de Aragón.

Baena veranea en un apartamento entre Cambrils y Salou, y han regresado andando, pero su hija había salido con unas amigas a una discoteca y tenían que ir a buscarlas en coche. En ese momento, los Mossos bloquearon la carretera de la costa y tuvieron que circular por la nacional del interior. "Hasta que no recogió a las chicas y volvimos a casa no estábamos tranquilos. Entonces sientes indefensión en medio del caos", ha agregado.

El turista aragonés ha estado pendiente de todo lo que ocurrió porque un helicóptero de los Mossos ha estado sobrevolando Cambrils hasta las 4.00. De los cinco yihadistas que llevaban un cinturón de explosivos falso habían sido abatidos cuatro tras embestir a un grupo de visitantes y otro fue herido, hasta que acabaron alcanzarlo y él quinto también murió.

Otro matrimonio aragonés había llegado de Huesca a las 23.15 para pasar el fin de semana en una urbanización entre Cambrils y Salou, y se han encontrado con el atentado. Diego Maza, el hijo de 14 años, había salido tras quedar con unos amigos para verse a la altura del Hotel Augusta (situado entre las dos localidades de Costa Dorada) y empezaron a ver un grupo de ambulancias y coches policiales que llegaban a Cambrils.

"Un amigo nuestro que estaba más cerca del lugar del atentado nos ha mandado un wasap en el que decía: 'Ha habido un atentado y hay cuatro muertos'. Luego llegó otro que parecía lo había enviado la Policía porque decía que la gente se fuera a casa. Se lo he contado a mis padres cuando he vuelto a casa y no se lo creían", ha explicado Diego. Su padre, José Angel Maza, puso la televisión y en ese momento solo se hablaba del atentado de Barcelona cuando ya se había producido el de Cambrils. "A los veinte minutos han contado en la tele lo que nos había dicho mi hijo Diego", ha relatado.

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