El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha fijado como prioridad número uno recuperar al votante de izquierdas que abandonó al PSOE por Podemos o que se ha pasado a la abstención, reconocen fuentes del partido.

Sánchez tiene la convicción de que, en la medida en que el PSOE se mantenga como segunda fuerza política, los electores de centro, que ejercen el voto 'útil', se escorarán de forma natural hacia los socialistas al identificarles como la alternativa al PP.

De ahí que Sánchez considere prioritario afianzarse como la fuerza hegemónica de la izquierda atrayendo de nuevo a los votantes que en los últimos años han retirado su confianza al PSOE. Conseguido este objetivo, "el centro vendrá sólo", sostienen en el equipo que acompaña a Sánchez en los mandos de Ferraz y que cifra en torno a los dos millones los votantes socialistas que se han ido a Podemos.

Esta estrategia explica por qué el PSOE de Pedro Sánchez rehúye la confrontación con Podemos, pues estaría enfrentándose a parte del electorado al que quiere reconquistar.

Además, en Ferraz dan por "superada" la competición con Podemos para liderar la izquierda. A pesar de los pronósticos sobre el 'sorpasso', Pedro Sánchez mantuvo al PSOE como segunda fuerza política tanto en las generales del 20 de diciembre como el 26 de junio, pese a encadenar los dos peores resultados en la historia del partido.

Esta tendencia que le sitúa como segunda fuerza se mantiene en las encuestas sobre intención de voto publicadas tras la victoria de Sánchez en las primarias del 21 de mayo pasado.

Si en los últimos comicios generales del 26 de junio, los socialistas se hicieron con el 22,68 por ciento de los sufragios, las encuestas más recientes sobre intención de voto otorgan al PSOE un 25% de apoyos, aunque otros sondeos le penalizan con una caída de un punto respecto al 26-J.

En cualquier caso, unas encuestas y otras coinciden en situar al PSOE a una distancia de entre cuatro a seis puntos del PP, cuando el 26-J superaba los 10 puntos.

Mientras Sánchez se emplea a fondo en recuperar al votante desencantado con el PSOE, asegura que hará una "oposición de Estado", que incluye el apoyo al Gobierno en defensa de la legalidad ante el desafío soberanista en Cataluña, si bien Sánchez le pedirá a Rajoy que ofrezca una salida política al conflicto.

En la entrevista que Sánchez mantendrá con Rajoy este jueves en el Palacio de la Moncloa, el líder socialista le propondrá a su secretario de Política Federal, Patxi López, como interlocutor del Gobierno para el tema catalán.

En esta función, el exlehendakari vasco mantendrá un canal de comunicación directo y fluido con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. En Ferraz están convencidos de que el próximo 1 de octubre habrá algo parecido a un simulacro de consulta a la ciudadanía catalana sobre la independencia, pero que, se organice finalmente como se organice, no podrá considerarse un referéndum al no cumplir con las mínimas garantías legales. Margarita Robles informará de la cita con Rajoy.

Tras su encuentro en Rajoy, Pedro Sánchez no comparecerá ante los medios de comunicación para informar del contenido de lo hablado, sino que delegará esta tarea en la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles.

En Ferraz esperan que esta entrevista sirva para trasladar a la opinión pública que existe una mínima sintonía entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición, al menos en lo que a cuestiones de Estado se refiere, después de la gélida relación que han mantenido desde las últimas convocatorias electorales.