Nueva etapa de la presidenta andaluza tras su derrota en las primarias del PSOE

La presidenta andaluza y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha emprendido hoy una nueva etapa con la remodelación de su gobierno, el tercero desde que accedió a la Junta en 2013, con el que afronta más compromisos y retos después de su fracaso en las primarias de su partido.

La remodelación se produce dieciocho días después de su derrota frente a Pedro Sánchez, resultado que ha aprovechado la oposición andaluza (PP, Podemos e IU) para reclamar insistentemente un cambio de rumbo y de gobierno en las políticas de la Junta de Andalucía.

"Ahora toca centrarse en Andalucía", ha sido la frase de Díaz más repetida desde su fallido intento de acceder a la Secretaría General del PSOE, momento a partir del cual ha impulsado una actividad casi frenética al frente la Junta.

Coincidiendo con el ecuador de la legislatura, Díaz ha aprovechado el debate general sobre la situación de la comunidad para anunciar una treintena de medidas y reactivar la acción de gobierno, particularmente en las áreas de empleo, sanidad y educación, donde se han concentrado los principales conflictos, con movilizaciones incluidas.

Con esta remodelación, la dirigente andaluza conforma su tercer gobierno desde que accedió a la Presidencia de la Junta en septiembre de 2013, cuando sustituyó a José Antonio Griñán, que dimitió por la "presión mediática" del caso de los ERE por el que fue más tarde procesado.

Durante menos dos años, de 2013 al 2015, la dirigente socialista estuvo al frente de un gobierno de coalición con IU que más tarde, en enero de 2015, disolvió alegando falta de estabilidad por sus diferencias con la coalición de izquierdas.

La primera vez que Susana Díaz optó como candidata a la Presidencia de la Junta fue en las elecciones autonómicas de marzo de 2015, en las que venció al conseguir 47 diputados, frente a los 33 del PP, lo que hizo necesario que pactará su investidura con Ciudadanos (9 escaños) para garantizar la estabilidad.

Antes de optar por la crisis de gobierno y cambiar a cinco de sus trece consejeros, la dirigente socialista ha revisado con Ciudadanos el pacto de investidura al acordar poner fecha al 30 % de compromisos que aún quedan por materializar.

Sin embargo, la formación naranja está "encareciendo" su apoyo, aunque en este caso para los presupuestos andaluces de 2018.

Su líder, Juan Marín, ha avisado de que si no hay nuevas reformas fiscales (IRPF autonómico e impuesto de sucesiones) su formación no negociará las próximas cuentas andaluzas, lo que situaría al gobierno de Díaz en una delicada situación.

El 14 de junio comienzan las negociaciones entre el PSOE y Ciudadanos para analizar una nueva reforma fiscal, aunque en el calendario de esta legislatura siguen pendientes de resolver cuestiones como la reforma de la ley electoral, la supresión de los aforamientos, que obligaría a reformar el Estatuto de Autonomía, y la limitación de mandatos.