América Latina debe elevar la voz y salir a "confrontar las políticas equivocadas" del presidente de EE. UU., Donald Trump, frente al que se debe "reaccionar", ha animado el expresidente del Gobierno español Felipe González.

En un acto en Casa de América para conmemorar el XXV aniversario de los acuerdos de paz de El Salvador, González ha indicado que ve necesario que América Latina acuda con una posición común a la próxima cumbre del G20 en julio en Hamburgo (Alemania) para defender primero sus "valores" comunes y en segundo lugar sus "intereses".

Tras expresar su "plena solidaridad" con México por el desprecio que Trump ha mostrado por este país, ha advertido de que ve "demasiada cobardía internacional" a la hora de decirle a la Administración Trump que uno va a defender sus posiciones como país.

Con Trump no se puede "estar siempre de apaciguadores", ha opinado González, para quien solidarizarse con México es también hacerlo con la mitad de la población de EE. UU. que ya se está rebelando contra su presidente, avisándole de que no van a tolerar su "política de xenofobia".

Porque lo que está haciendo Trump con su discurso "anticuado de supremacismo blanco" es fracturar el país en pedazos, puesto que EE. UU. es una nación "de minorías". Y este aspecto de pérdida de la convivencia entre minorías que se excluyen entre sí le preocupa a González.

EE. UU. va a "perder su hegemonía"

González se ha mostrado convencido de que el principal perjudicado por el proteccionismo y el aislacionismo de Trump será EE. UU., que antes de que termine el mandato del actual presidente "dejará de ser la potencia hegemónica", entre otras cosas porque Trump no ha entendido el cambio experimentado por las multinacionales en los últimos 50 años.

"Las empresas globales de hoy se dirigen al mundo", ha afirmado y ha puesto como ejemplo al fabricante de muebles Ikea, que diseña en Suecia, produce en 54 países y "vende a todo el mundo".

González también ha recordado cómo China empezó a dejar de ser relevante hace seis siglos cuando abandonó sus proyectos de navegación, cuando tenía embarcaciones mucho mejores que las de Cristóbal Colón cuando llegó al continente americano.

La globalización, ha insistido, "no tiene marcha atrás", si bien ha defendido que hay que "repensar" el fenómeno para lograr un reparto más equitativo de la riqueza.

Tolerar que la desigualdad crezca bajo el modelo de la globalización favorece que los movimientos populistas, "que no son de izquierdas ni de derechas, son populistas" amplíen su espectro de influencia, ha apuntado este referente del socialismo español.

En su intervención, González ha hecho una alusión no explícita a la situación de Venezuela, donde se ven "brotes de regresión a la libertad". "Cuando alguien pierde la libertad por discrepar con el régimen, éste deja de ser democrático", ha señalado después de elogiar que en un país como El Salvador "nunca se meterá a nadie en la cárcel por sus ideas políticas".