¿"Cualquiera" consume cocaína un viernes en España?

La semana pasada, el conductor de un autobús escolar fue detenido (y puesto en libertad pocas horas después) tras sufrir un accidente con el vehículo y detectarse restos de cocaína en su organismo. Al día siguiente, la madre de este chico de 34 años y con años de experiencia como chófer, salió a atajar las críticas que le llegaban de todos los rincones de España con unas declaraciones más que sorprendentes y que abonaron la polémica.

"Mi hijo consumió cocaína el viernes, pero es que cualquiera la consume", defendió la mujer ante las cámaras del programa 'Espejo Público' de Antena 3. La normalidad que imprimió al suceso en el que resultaron heridos 21 niños resultaba pasmosa. ¿Realmente está tan normalizado y generalizado el consumo de drogas en nuestro país como para que la mujer le quitara importancia al suceso? El debate estaba servido.

Galicia, puerta de entrada de la cocaína a toda Europa

La relación de España con la cocaína es antigua. En la década de los 80, Galicia se convirtió en la puerta de entrada de prácticamente toda la coca que se consumía no solo en España, sino en gran parte de Europa. En la costa gallega, ya durante la dictadura, existían clanes perfectamente organizados dedicados al contrabando de todo tipo de mercancías desde Portugal. De las medicinas, la ropa y la comida, los contrabandistas gallegos se pasaron al tabaco porque vieron los pingües beneficios que les reportaría. El salto al hachís, y después a la cocaína, fue natural y tan solo una cuestión de tiempo para muchos de ellos.

Desde el principio, fue la alianza estratégica de los gallegos con los cárteles colombianos la que posibilitó la introducción de la cocaína en España. En el libro 'Fariña', del periodista Nacho Carretero, se radiografía el narcotráfico en la región gallega y se llega a afirmar que en los años 90, el 80% de la cocaína que se consumía en Europa entraba por Galicia. En el ensayo, ampliamente documentado, se cuenta cómo el narcotráfico era aceptado socialmente en las zonas más deprimidas de esta región, pues los capos generaban riqueza y daban trabajo a los vecinos de la zona. Los gallegos y los colombianos se entendían entonces, y ahora, casi a la perfección. De ahí que las operaciones para colar la droga fueran numerosas.

Líderes de la UE

El narcotráfico se convirtió en un negocio que movía miles de millones de euros. En 1990, el Estado comenzó a ponerse serio en este asunto y le asestó, con la llamada operación Nécora, el primer gran golpe a esta práctica ilícita que segó la vida de miles de jóvenes. Después vinieron otros centenares de incautaciones de droga, toneladas de cocaína y otras sustancias. Por desgracia, la gran labor de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que aún hoy se perpetúa no llega a atajar todo el narcotráfico que se da en territorio español. Por ello, los datos en este asunto siguen siendo bastante alarmantes varias décadas después.

El Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías elabora un informe anual en el que desgrana los pormenores de estas actividades en Europa. En la última edición se recogen aspectos que dan idea de cómo se han llegado a instalar las redes de narcotráfico en España, que hoy por hoy es el país europeo en el que más cocaína se incauta, aunque en los últimos tiempos "existen signos de una constante diversificación de las rutas de tráfico", según los expertos europeos. En 2014 (año de referencia del informe), consta que en España se realizaron casi 38.500 incautaciones que se saldaron con cerca de 21,7 toneladas de coca incautadas.

En este documento, extenso y detallado, se presentan datos muy preocupantes en relación con el consumo de drogas en España, como el que señala que la localidad murciana de Molina de Segura, que contaba con cerca de 70.000 habitantes según el último censo, es la cuarta ciudad de Europa con más trazas de cocaína en las aguas residuales y el consumo por habitante supera al de grandes capitales como Berlín y París.

Una generación perdida

Según los datos del organismo europeo, en España la cocaína estuvo presente en 236 muertes por sobredosis en 2013 y la mayoría de pacientes que inician un tratamiento de desintoxicación lo hacen para desengancharse de ella.

En Aragón, según los datos estadísticos del Ministerio del Interior, cada día se imponen 32 sanciones graves por consumo y tenencia de cocaína y otras drogas. Estas sanciones, que se han multiplicado por dos en los últimos años, derivó en 2015 en la detención de cerca de medio millar de personas en la Comunidad. La Guardia Civil y la Policía Nacional se esfuerzan por luchar contra los traficantes que operan en territorio aragonés. Uno de los últimos casos en investigación es el rocambolesco hallazgo de un cuarto de kilo de coca en el interior de un bote de Nesquick que estaba en el lineal de un supermercado de Zaragoza.

Entre los numerosos peligros que supone el consumo de drogas, figura la posibilidad que aquellos que han consumido se pongan al volante bajo sus efectos. Un estudio realizado por la Fundación Línea Directa y publicado el año pasado alarmaba de que el consumo de drogas al volante se ha disparado en España y cada vez tiene mayor peso como causa principal de los accidentes mortales. Los autores del informe llegaron a esta conclusión tras analizar 25 millones de controles de drogas y alcoholemia hechos por la Guardia Civil y 3.100 pruebas forenses realizadas de los conductores y peatones fallecidos en accidentes del periodo 2012-2015.

Por datos como este, y por todas las personas cuya vida se ha visto arruinada por el consumo de cocaína y otras drogas, se entiende la indignación ciudadana desata a raíz de las declaraciones de la madre del chófer de Fuenlabrada. Un comportamiento al que de ninguna forma cabe imprimirle normalidad o justificación alguna.