Solemne postureo

La retahíla de momentos y desplantes de algunos diputados para expresar su disconformidad -con este acto, con la Monarquía o con lo que fuera- ha llegado a cansar.

El Congreso lleva meses acostumbrado a los gestos de la nueva política y no se esperaba menos en la solemne sesión de apertura de las Cortes. Pero la retahíla de momentos y desplantes de algunos diputados para expresar su disconformidad -con este acto, con la Monarquía o con lo que fuera- ha llegado a cansar.


Felipe VI no era el único que se estrenaba -como Rey- en este tradicional acto.


También lo hacían muchos parlamentarios de nuevas formaciones, o de antiguas pero siempre antimonárquicas, que han puesto todo de su parte para salir en la foto.


Y estaban además quienes en otra época cumplían al pie de la letra con los formalismos pero ahora tienen una agenda política -la independentista- que les impide hacerlo.


Nada más entrar en el hemiciclo junto a la Reina, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, Don Felipe ya se ha hecho una idea.Banderas republicanas y camisetas

Frente a él, en la parte de detrás de la bancada, el senador de IU Iñaki Bernal desplegaba una bandera republicana. Y otros miembros de esa formación, incluido su coordinador federal, Alberto Garzón, llevaban en sus solapas escarapelas tricolores.


También desde los asientos de Unidos Podemos, el diputado andaluz Diego Cañamero vestía una camiseta negra con la frase "Yo no voté a ningún rey". No era el único ataviado con mensaje, porque la senadora de En Marea María Vanessa Angustia llevaba una prenda con el lema "siempre guerrilleras nunca bandoleras".


Pero esos sólo han sido toques de color. Después han venido los gestos con intención política.


Sin aplausos a la llegada del Rey

Los diputados del PdeCat -antigua Convergencia-, los del PNV y los de Unidos Podemos no han aplaudido la llegada del Rey, aunque han permanecido de pie. Cosa que no han hecho los parlamentarios de En Comú Podem, que han presenciado la llegada del monarca sentados.

Y tras el discurso, sólo los nacionalistas catalanes han permanecido de pie pero sin aplaudir, mientras que los representantes de Unidos Podemos, incluidos los de En Comú Podem, se quedaban, además, sentados y con semblante serio.


Han sido gestos previsibles. Pero ha causado más sorpresa el hecho de que, cuando la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha recordado a las víctimas del terrorismo los diputados de Unidos Podemos no hayan aplaudido con el resto del hemiciclo.


Lo que tampoco se esperaba nadie es que además hubiese 'movida' con algo tan peregrino como cuatro sillas.El enfado de Iglesias

Y es que antes de iniciarse el acto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, se ha enfadado porque faltaban cuatro sitios para que cupieran todos los parlamentarios de su partido en la zona habitual, y ha protestado airadamente -incluso ha hecho declaraciones a los medios- por este asunto.


Tal vez Iglesias desconocía que en una sesión de este tipo los asientos no están asignados y tienen que entrar, junto con los diputados, todos los senadores que quieran asistir.


Vamos, que en lugar de los 350 habituales tienen que poder entrar 265 más. Y hay que estrecharse y sentarse, si es necesario, junto a alguno que no sea de los tuyos.


Los periodistas de la tribuna de prensa recorrían todo el hemiciclo en busca de cualquier otro gesto más mientras el acto solemne transcurría con normalidad con el respetuoso silencio de todo el hemiciclo y de la tribuna de invitados y con la presencia de dos niñas, de once y nueve años, que han estado mucho más quietas que la mayoría de los asistentes.


La princesa de Asturias y su hermana la infanta Sofía hacían gala de su entrenamiento para estos eventos y permanecían sentadas sin apoyar la espalda al lado de la Reina, muy pendiente de sus hijas.


Al Rey le tocaba, por su parte, su primer discurso en una apertura solemne de las Cortes. Y ha sido una intervención algo más política de lo habitual, con Don Felipe pidiendo a los parlamentarios el diálogo y la generosidad que, ha dicho, han permitido formar Gobierno.


Cuando ha acabado, el Rey se ha encontrado con el largo aplauso de prácticamente todo el hemiciclo, a excepción de los citados.

Ha sido un aplauso mucho más prolongado de lo normal. Era la esperada respuesta a los gestos contrarios que se ha encontrado el monarca en este acto.


Y entre quienes aplaudían han estado también todos los invitados: los representantes de las altas instituciones del Estado, media docena de presidentes autonómicos, así como expresidentes del Congreso y del Senado y otras autoridades.


Entre ellas la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, una de las más entusiastas aplaudiendo al Rey. Demostrando lo que siempre repite: que ella no es de Podemos.

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