Las primeras sesiones de control al Gobierno en más de un año han quedado aplazadas una semana por la convocatoria para el próximo 17 de noviembre de la sesión solemne de apertura de las Cortes de la XII legislatura, que por primera vez presidirá Felipe VI desde que llegara al trono en junio de 2014.

El Senado y el Congreso han decidido aplazar sus respectivas sesiones de control al nuevo Ejecutivo, previstas inicialmente para el martes y el miércoles próximos, para que no coincidan en la misma semana con ese pleno solemne que reúne al Gobierno, diputados y senadores, altas instituciones del Estado y sociedad civil.

Con este aplazamiento, la primera sesión de control al nuevo gabinete de Mariano Rajoy, y la primera en más de un año, tendrá lugar el martes 22 de noviembre en el Senado y un día después, el 23, en el Congreso.

No obstante, la Cámara Baja sí celebrará un pleno ordinario el 22 de noviembre, en el que se debatirán iniciativas de los grupos parlamentarios, pero no habrá preguntas al Ejecutivo.

Además de la coincidencia con esa sesión solemne, se da además la circunstancia de que no ha habido acuerdo para el reparto del cupo de preguntas que tiene derecho a formular cada grupo parlamentario en cada una de las sesiones de control de la legislatura.

Un reparto que debe ser proporcional al peso de cada grupo político por su número de diputados.

A la espera de que se concrete el formato del pleno solemne de apertura de las Cortes, esta sesión será especial, ya que, además de la primera para Felipe VI, supone también la primera de un Congreso y un Senado completamente renovados, con nuevo Gobierno, nuevos partidos y nuevos líderes en el panorama político.

El artículo 5 del Reglamento del Congreso establece que la apertura deberá celebrarse en el plazo de los quince días siguientes a la constitución de las Cortes, aunque en la práctica parlamentaria no ha habido inconveniente en demorarla para dar tiempo a que concluyan las negociaciones para la formación del Ejecutivo y la investidura.

De hecho, la pasada legislatura ni siquiera llegó a celebrarse la sesión ante la convocatoria de nuevas elecciones generales.

ERC ya ha anunciado que sus nueve diputados se ausentarán de la sesión, cita a la que sí asistirá otro partido nacionalista catalán, el PDECat, la antigua CDC, según han confirmado ambos partidos.

Los republicanos catalanes tampoco acudieron a las sucesivas rondas de consultas del Rey para la investidura convocadas en el último año hasta la reelección de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno el pasado 29 de octubre.

Fuentes de ERC han justificado su decisión en un acto de coherencia con su posición sobre la monarquía y la Jefatura del Estado y porque entienden que no deja de ser un acto "de pleitesía" con el que "no se sienten vinculados".

Por su parte, Unidos Podemos ya ha confirmado que asistirá a la sesión solemne, la primera del partido de Pablo Iglesias desde su llegada al Congreso.

Su portavoz, Íñigo Errejón, ha recordado que todos los representantes del grupo parlamentario se han reunido con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, pese a que no es ni la sede de la soberanía popular ni el monarca ha sido elegido democráticamente.

No obstante, ellos sí acudirán a la sesión en el Congreso porque es "su lugar de trabajo" y así lo han decidido los españoles con su voto.

De mantenerse el modelo de anteriores sesiones solemnes, el Rey llegará al Congreso escoltado por la Guardia Real, pasará revista a las tropas y entrará en el palacio por la Puerta de los Leones, que sólo se abre para las sesiones de apertura de cada legislatura y en las jornadas de puertas abiertas.

Felipe VI pronunciará un discurso institucional al igual que la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que estará acompañada por el presidente del Senado, Pío García Escudero, y los presidentes del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional.

La apertura concluirá con un desfile, ya en el exterior del Palacio de las Cortes, a cargo de una agrupación de las Fuerzas Armadas.