Mercedes, la joven española embarazada de cinco meses que llegó a Grecia el sábado en una patera como una refugiada más, sueña ahora con regresar cuanto antes a España, para dar a luz a su hijo y rehacer su vida tras cinco años en una Turquía de la que ha salido precipitadamente.

En declaraciones a Efe, Mercedes, de 23 años, explica que decidió abandonar Turquía "fundamentalmente" por la "inestabilidad política" y que no vio "otro modo" de salir del país que uniéndose a un grupo de refugiados que se echaron al mar para llegar en un bote de plástico a la isla griega de Lesbos.

Mercedes no quiere que se conozcan los detalles de su historia, quiere mantener su vida en el anonimato, pero accede a hablar con Efe por la extrañeza que causó en los medios el hecho de que una española se echara al mar pudiendo venir por medios más cómodos. "En Turquía no hubiera tenido posibilidades para atender al hijo que estoy esperando", explica e insiste en que el motivo principal de su salida ha sido la inestabilidad política.

No quiere hablar de su situación y pide que se respete esta circunstancia. A la pregunta de por qué no recurrió a las autoridades consulares españolas en Turquía, donde se crió, la joven de origen panameño señala que no encontró "informaciones ni modo alternativo" al que finalmente eligió.

A diferencia de la mayoría de los refugiados, que pagan grandes cantidades a las mafias del tráfico humano, Mercedes no tuvo que pagar nada por subirse al bote, circunstancia para la que no tiene explicación, salvo la observación "quizás no todos seamos iguales".

Mercedes explica que a su llegada a Lesbos fue trasladada al centro de refugiados de Moria, donde fue examinada por médicos que le atestaron que su bebé está en buen estado y le dieron medicación para el asma que padece. "Me han tratado muy bien, no tengo ninguna queja", relata.

"Mi objetivo ahora es trabajar y salir adelante", añade y detalla que su programa más inmediato es viajar a Madrid y de allí quizás a Zaragoza, la ciudad en la que creció. "Estoy ya ansiosa de seguir hacia Madrid", asegura.

Actualmente la joven española se encuentra bajo tutela de la ONG española Proactiva Open Arms, que fue la que la descubrió el sábado entre una cincuentena de refugiados.

El coordinador de Proactiva Gerard Canals acudió este domingo a Moria a esperar a que las autoridades griegas dieran luz verde a la puesta en libertad de Mercedes, una vez verificada la autenticidad de su DNI por parte de la embajada española en Atenas.

El obstáculo más inmediato que debe superar ahora es llegar hasta Atenas para que el consulado general de España le facilite un documento que le permita viajar, porque su DNI está caducado.

"Le hemos alquilado una habitación en un hotel aquí y la acompañaremos hasta que coja el vuelo hacia Atenas", explica a Efe Canals, quien agrega que el consulado español se ofreció a dar todo el apoyo necesario hasta que la joven llegara a la capital griega. "Nos hemos hecho cargo del hotel y nos haremos cargo del billete cuando llegue el momento de volar, como ONG que somos estamos para echar una mano", añade.

Un portavoz policial indicó a Efe que al quedar comprobada la autenticidad del DNI de la joven no hubo impedimentos para ponerla en libertad. La citada fuente no pudo precisar si la Fiscalía presentará algún cargo contra ella por entrar de forma ilegal en Grecia. "No sé si la Fiscalía diferenciará su caso de los demás por tratarse de una ciudadana comunitaria", explicó.

Mientras tanto, a Lesbos, como también a otras islas, continúan llegando botes con refugiados, aunque en menor número que a comienzos de año. Según Canals, desde la costa turca salieron este lunes tres embarcaciones, de las que arribaron dos, mientras la tercera fue interceptada por la guardia costera de ese país.

Uno de los botes que arribaron, con 57 personas a bordo, fue rescatado por Proactiva en las aguas cercanas a Skala Sikaminiás, donde esta destacado el equipo de esta ONG, y un segundo, con 72 personas, a Mólivos, otro punto del norte de Lesbos por el que suelen entrar embarcaciones.