Silencios que hablan en Unidos Podemos

Con un escrutinio irreversible - a más del 95%- ha salido el candidato, Pablo Iglesias, para reconocer que los resultados no han sido satisfactorios.

Pablo Iglesias ha comparecido cuando los resultados ya eran incuestionables
Silencios que hablan en Unidos Podemos
Reuters

El optimismo con el que Unidos Podemos comenzaba la noche electoral se ha desvanecido a medida que el escrutinio dejaba claro que no conseguían ni uno solo de los objetivos para esta jornada del 26J en la que en el cuartel general de la coalición reinaban silencio, caras largas y desánimo.


Unidos Podemos ha celebrado su noche electoral en el mismo espacio que en diciembre, el Teatro Goya de Madrid, donde había una clara separación de espacios entre militantes y periodistas, con lo que, a falta de gestos, eran los sonidos que llegaban desde el otro lado de la pared lo que permitía a los redactores hacerse a la idea de las sensaciones con que los dirigentes vivían la noche electoral.


O más bien el silencio, porque en esta ocasión no ha habido más griterío que en el momento de recibir las primeras encuestas, a diferencia de lo que sucedió en los comicios de diciembre, donde la euforia fue la reina de la noche y los gritos de "Sí, se puede" se escuchaban con fuerza.


Aunque al principio se aludía a la prudencia con que se deben tomar las encuestas, el silencio ha ido en aumento, y la quietud se ha transferido también a las comparecencias de los dirigentes.


Una hora y cuarto se ha tardado en enmendar la declaración optimista de Alberto Garzón, que a las 20:45 horas auguraba una "mayoría absoluta" de la izquierda y un gobierno capitaneado por Unidos Podemos.


La idea era que el número dos de la formación y jefe de campaña, Íñigo Errejón, saliese a valorar los primeros datos poco después del líder de IU, pero ha esperado a que el escrutinio estuviese más avanzado para reconocer a las 22.15 que los resultados no son buenos ni para la coalición ni, ha añadido, para España.


Y ya con un escrutinio irreversible - a más del 95 %- ha salido el candidato, Pablo Iglesias, para reconocer que los resultados no han sido satisfactorios, apuntar su preocupación por el aumento del voto al PP y al bloque conservador, y defender la alianza electoral con IU, con quien ha deseado caminar en el futuro.


Unos 80 militantes y dirigentes de IU seguían los resultados electorales en el cuartel general de Unidos Podemos; juntos pero no revueltos, porque ocupaban una sala distinta aunque han mantenido conversaciones a lo largo de la noche.


Entre quienes han acudido a la cita se encontraba el máximo dirigente del Partido Comunista, José Luis Centella, quien ha demostrado que las dotes adivinatorias no son lo suyo.


"Yo no soy adivino pero de lo que no hay duda es que vamos a superar los votos del 20 de diciembre", había dicho a su llegada al cuartel general ante la insistencia de los periodistas por conocer su 'porra'.


En esta ocasión ha habido incluso más expectación que el 20D ya que hasta 450 personas de 150 medios distintos han seguido la noche electoral con Unidos Podemos.


Pablo Iglesias, que se ha ataviado para la ocasión con camisa blanca y corbata azul, ha llegado muy pronto al teatro -sobre las seis de la tarde- y se ha mostrado optimista ante los periodistas, al igual que su número dos, Íñigo Errejón, que estaba convencido de que la noche iba a ir "muy bien".


El líder de IU, Alberto Garzón, ha preferido no decir nada a su llegada al teatro a las 20.15 de la tarde, y ha pasado de poner la cara a la "alegría" por las fallidas encuestas a permanecer con rostro serio junto a Pablo Iglesias en su comparecencia de prensa.


Ambos confiaban en que la confluencia llenase de votos las urnas, y aunque en Unidos Podemos no quieren hablar de "fracaso", en las noches electorales hay silencios que hablan por sí solos.

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