La Policía libera a una menor a la que explotaban sexualmente y querían vender por 2.000 €

Dos de los miembros del clan familiar que la tenía secuestrada fueron arrestados en Calatayud.

La Policía Nacional ha liberado a una menor que era explotada sexualmente en la provincia de Toledo por parte de un grupo de ciudadanos de nacionalidad rumana. En la operación han sido detenidos cuatro miembros del clan familiar, dos de ellos en Calatayud, como presuntos autores de delitos relativos a la prostitución, y a uno de ellos además por agredirla sexualmente en repetidas ocasiones. También se han solicitado cinco órdenes europeas de detención y entrega de otros tantos miembros del grupo que han abandonado España.


Según informó el domingo la Policía Nacional, la joven padece una grave enfermedad de transmisión sexual a consecuencia de las relaciones que fue obligada a mantener. Para anular su voluntad recibía todo tipo de amenazas y golpes e incluso era obligada a consumir estupefacientes. En una ocasión la intentaron vender por 2.000 euros pero no cerraron el acuerdo con el comprador por discrepancias en el precio.


Las investigaciones se iniciaron a raíz de la denuncia de la propia menor tras sufrir una agresión física por parte de la mujer que la controlaba. En la misma contó que había sido captada por los miembros de un clan familiar en Rumanía, mediante una falsa oferta de trabajo en España y aprovechándose de su precaria situación económica y personal, ya que su padre había fallecido y su madre tenía problemas de alcoholismo.


Para poder viajar a España la madre de la víctima otorgó a los delincuentes un poder notarial que firmó bajo la convicción de que su hija trabajaría en labores agrícolas y domésticas para una familia española. Todo esto, a pesar de conocer que otros miembros del mismo clan habían secuestrado y violado a su hija años atrás en Rumanía. Una vez en España la menor fue alojada en una casa donde le quitaron toda la documentación y le explicaron que a partir de ese momento sus obligaciones consistirían en ser la mujer de uno de los explotadores, el cual la agredió sexualmente en reiteradas ocasiones.


Simultáneamente este sujeto y otros miembros del grupo familiar, ofrecían sus servicios sexuales a los clientes en un bar de una población de Toledo, obligándola a complacerlos bajo todo tipo de amenazas y golpes, llegando incluso a drogarla para que no pusiera ningún tipo de impedimento.


Cuando la menor fue liberada por la Policía, se le practicaron diversas pruebas médicas que confirmaron que había contraído una grave enfermedad de transmisión sexual como consecuencia de la explotación sufrida.


La operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, las UCRIF de Toledo y Zaragoza y el Grupo Local de Policía Judicial de Calatayud con la colaboración de la Agregaduría de Interior de la Embajada de España en Rumanía.

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