El Supremo consolida su doctrina sobre abusos sexuales a menores en las redes sociales
Al introducir el concepto "cercanía virtual" como elemento punible a sancionar.
El Tribunal Supremo ha dado un paso más para consolidar su jurisprudencia en torno al incremento de los delitos de abusos sexuales a menores a través de las redes sociales al introducir el concepto "cercanía virtual" como elemento punible a sancionar.
Así lo entiende el fiscal jefe de Huesca, Felipe Zazurca, al valorar la reciente sentencia del Supremo que confirma la condena de 4 años y 3 meses impuesta por la Audiencia oscense a un vecino de Fraga por un delito continuado de abusos sexuales a una menor de 10 años a través de la red Facebook.
El representante fiscal asegura que la referida sentencia no es nueva pero es "importante" en cuanto "fortalece y consolida una situación que es real, el hecho de que hoy en día se ha extendido la posibilidad de que se produzcan estos delitos dada las facilidades que da internet".
En su opinión, el Supremo dice con claridad que no es necesario un contacto físico para perpetrar un abuso sexual sobre un menor, ni siquiera una presencia real entre agresor y víctima ya que, como aprecia el alto tribunal, las redes ofrecen la posibilidad de llevar a cabo el delito con "un realismo hasta ahora inimaginable".
Según Zazurca, esta sentencia y otras anteriores dictadas por el Supremo evidencian que la jurisprudencia se va adecuando a esta nueva situación que relativiza los conceptos "distancia geográfica" y "cercanía virtual" a la hora de enjuiciar unos abusos sexuales a un menor.
Aún así, y a pesar de que la última reforma del Código Penal "va en esta dirección", el fiscal jefe de Huesca considera que respecto a internet "todavía hay que avanzar mucho" a la hora de perseguir el delito dadas las dificultades que entraña esta labor.
Unas "complicaciones jurídicas", subraya, que aumentan de forma exponencial "si el presunto agresor se localiza en Ucrania, Alaska o en Tierra de Fuego", problemas que, a su juicio, "hay que ir solventando paso a paso".
Por este motivo, reconoce el fiscal, las fuerzas policiales y la administración de justicia se incardinan en redes europeas e internacionales con el fin de "ir ajustando las cosas tanto en cuanto a la persecución del delito como en la actuación judicial".
