"Me esperaba una paliza, no que matara a mi madre"

Apuñaló a su pareja varias veces y mató a su suegra.

Una mujer que estuvo a punto de morir a manos de su pareja, quien se encontraba disfrutando un permiso carcelario, ha declarado este miércoles en el juicio que quiso romper la relación sentimental porque tenía miedo de su pareja, ya que a veces se ponía "posesivo y agresivo".


"Me esperaba una paliza y no lo que pasó", ha manifestado la víctima por videoconferencia durante el juicio que se ha celebrado contra Ioan P., de nacionalidad rumana, por matar a su suegra y apuñalar a su expareja sentimental.


El procesado se enfrenta a una pena de 33 años de cárcel por un delito de asesinato y otro en grado de tentativa por los hechos ocurridos el 30 de agosto de 2014. El 28 de agosto había salido de prisión para disfrutar de un permiso.


La víctima estuvo seis años con él y decidió romper la relación dado que éste estaba preso. Le llamó a la cárcel y le explicó los motivos de su decisión. Durante un permiso carcelario, el hombre acudió al domicilio de su expareja e intentó acabar con su vida, matando a su suegra después de que ésta intentara impedir el asesinato de su mujer.


"Estaba durmiendo y me despertó un fuerte empujón en la puerta. Me dijo que si me había acostado con alguien y me apuñaló en la espalda. Ya no recuerdo más. Luego me desperté en un charco de sangre y salí corriendo", ha relatado la mujer con voz quebrada.


La víctima ha explicado que en aquella época había cambiado de domicilio porque le tenía miedo. "Se ponía muy agresivo y posesivo, incluso violento", ha dicho.


Por su parte, el acusado ha manifestado que nunca tuvo intención de hacerles daño, sin querer explicar qué le llevó a cometer los hechos. "Si hubiera querido matar a mi suegra no hubiera ido a por tabaco para ella", ha dicho.


Durante su declaración, el hombre se ha quejado varias veces de lo "mal" que traducía la interprete de rumano que le estaba ayudando, siendo reprendido por el tribunal. Incluso en un momento le ha dicho a su abogado que no quería contestarle al no gustarle las preguntas que le estaba formulando.Hechos del juicio

Según el fiscal, el procesado, el día 30 de agosto de 2014, sobre las 14:00, se personó en el domicilio de su expareja, en Arganda del Rey, acompañado de su hermana y de su cuñado, al objeto de recoger sus pertenencias personales.


En el domicilio se encontraba la madre de su exnovia, que había venido de Rumanía para echarle una mano a su hija, atemorizada ante la posible reacción de Ioan, que en el momento de los hechos disfrutaba de un permiso penitenciario.


Así las cosas, y una vez dentro de la casa, con la excusa de ir al baño, el acusado se dirigió al dormitorio, donde descansaba su expareja, a la que asestó tres puñaladas que pudieron costarle la vida si no hubiera sido reanimada tras sufrir una parada cardiorespiratoria.


La hermana y el cuñado de Ioan intentaron reducirle, pero se revolvió contra ellos y le dijo al cuñado: "verte o te corto a ti también". Ante las amenazas, la pareja abandonó el piso.


Acto seguido acudió la madre en auxilio de la hija, y el procesado, a sabiendas de que estaba sola con ella y que la hija se encontraba gravemente herida, le propinó al menos cuatro puñaladas, dos de ellas mortales.


Pese a las graves heridas, la hija logró coger el cuchillo que se le había caído a Ioan durante la agresión y salir a la calle a pedir auxilio.

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