El juez Velasco viajará a Hong Kong para recuperar los 15 millones de euros embargados

El magistrado investiga una trama que defraudaba el IVA en las gasolineras.

Eloy Velasco a su llegada a la Audiencia Nacional
Eloy Velasco a su llegada a la Audiencia Nacional
EFE

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco viajará en los próximos meses a la región china de Hong Kong para lograr que un total de 15 millones de euros que el gigante asiático ha embargado en el marco de la investigación sobre un presunto fraude del IVA en las gasolineras de Petromiralles sea transferido a España, según informaron fuentes jurídicas.


China ha bloqueado este dinero a petición del juez Velasco y ha interesado que una comisión judicial se traslade a su país antes de traspasarlo a España, donde se investiga a una trama que llegó a defraudar en torno a 270.000 euros al día en el sector de los carburantes y que enviaba fondos a Hong Kong como primera escala del blanqueo que luego se expandía a otros Estados.


El país asiático era el destino principal de los miembros de la red, que en muchas ocasiones trasladaban el dinero en metálico guardado en maletines y otras lo hacían a través de transacciones. Los investigadores cifraron el fraude en más de cien millones e incautaron en los registros más de un millón de euros en efectivo, 30.000 dólares, 9.000 yuanes chinos y billetes de otros países.


Las primeras diligencias se iniciaron desde el Juzgado de Instrucción 9 de Barcelona y la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona, aunque finalmente recayó en la Audiencia Nacional al extenderse a otros puntos de España.

Operación por el fraude del IVA

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 ordenó en junio de 2013 la detención de veinte personas, entre quienes se encontraban los propietarios de la empresa de hidrocarburos, Josep María y Pere Torrens Ferrer, que quedaron en libertad aunque imputados, al igual que el resto, por blanqueo, fraude fiscal, falsedad documental y maquinación para alterar el precio de las cosas.


Josep Maria Torrens, uno de los propietarios de Petromiralles, fue el alcalde por CiU de la pequeña localidad de Santa Maria de Miralles, con 130 habitantes. Escondía en su casa una arma y abundante munición careciendo de licencia, por lo que también fue imputado de tenencia ilícita de armas, según las fuentes consultadas.


Los investigadores apuntan que, a través de estructuras financieras y con documentos falsificados, el holding y otras empresas relacionadas con Petromiralles defraudaban el IVA de una parte considerable de sus transacciones, lo que les permitía vender hidrocarburos a un precio más reducido que el resto de competidores.


Aunque el núcleo principal de la trama se asentaba en Cataluña, el dinero siempre se sacaba de cajeros en Sevilla y luego se escondía en pisos de la capital andaluza en cajas fuertes ocultas tras los cuadros o lavabos, según la Guardia Civil.


Por lo general, los responsables de la trama se desplazaban allí en avión, pero cuando tenían que trasladar el dinero viajaban en AVE para llamar menos la atención en los controles de la estación, que son menos exhaustivos que los de un aeropuerto. Además, así trataban de no levantar sospechas de la conexión entre los testaferros en Andalucía y la matriz catalana.


En Cataluña la organización poseía una amplía red de gasolineras con las que controlaba todos los niveles que conforman este mercado. Contaban con un bróker internacional ubicado en Suiza encargado de adquirir el hidrocarburo. Otra empresa se encargaba de introducirla en España y una segunda empresa actuaba como receptora del producto en territorio nacional y se encargaba de distribuir el hidrocarburo.


Al no pagar los impuestos correspondientes la organización podía ofertar el producto a precios muy competitivos, acaparando el mercado de hidrocarburos en aquellos territorios donde la estructura criminal se iba implantando. Las empresas pantalla que conformaban esta estructura desaparecían antes de que la Administración pudiese reclamarles el pago de los impuestos.


Petromiralles, empresa petrolera independiente propiedad de los hermanos Josep Maria y Pere Torrens Ferrer, se creó en 1995 dedicada a la gestión de estaciones de servicio y a la distribución de combustibles a domicilio. Llegó agrupar a diferentes empresas en 2010 creando el holding Petromiralles Group S.L., y cuya dirección es compartida entre los dos hermanos.

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