El Congreso gastó el año pasado más de 6.120 euros en arreglar los iPads de los diputados

Ambas instituciones firmaron decenas de contratos menores en 2015 para cubrir necesidades muy diversas y que les supusieron miles de euros.

Congreso de los Diputados.
ESPAÑA DÍA MUJER
Paco Campos

El Congreso y el Senado, como cualquier hogar, tienen que afrontar imprevistos. Reparaciones de cosas que se rompen, pequeñas obras en sus instalaciones o incluso compra de medicamentos o ramos de flores y canastillas para corresponder a compromisos. Teniendo en cuenta el número de personas que trabajan en estas instituciones y su envergadura, la factura anual de estos gastos supone miles de euros a los presupuestos de las Cámaras.


El modo habitual de hacer frente a ellos son los contratos menores, los conocidos como contratos 'a dedo'. La ley permite emplear este mecanismo de contratación para obras, cuando su importe sea inferior a 50.000 euros; o para adquirir suministros o servicios, siempre que no se superen los 18.000 euros de presupuesto. La principal diferencia con el procedimiento de licitación habitual es que pueden adjudicarse directamente a cualquier empresa. Ambas Cámaras afirman en sus webs que, a pesar de la regla general, siempre suelen pedir presupuesto a, al menos, tres empresas diferentes y procuran “en la medida de lo posible” diversificar los proveedores. Gracias a la transparencia que desde hace algunos años practican tanto el Congreso como el Senado, se pueden conocer todos los contratos menores que firman, a quién se los adjudican y cuánto dinero les supone cada uno de ellos.


Así, en la relación detallada de contratos menores correspondiente al año 2015, pueden observarse gastos de todo tipo. En el caso del Congreso, cada trimestre, se repiten las facturas fruto de reparaciones de los iPads de Sus Señorías. El año pasado la Cámara Baja tuvo que destinar 6.123 euros a este particular. En el último trimestre del año, la cuenta que pasó Apple (la empresa de la manzana es siempre la encargada de solventar las averías) al Congreso rozó los 3.000 euros. Hay que recordar que las Cortes Generales quedaron disueltas el 26 de octubre por las elecciones que se celebraron en diciembre.


Además de un iPad, el Congreso da a los diputados un iPhone para desempeñar su trabajo. Los informáticos de la Cámara desarrollan las aplicaciones para el trabajo parlamentario para el sistema iOS, por eso se explica que también el año pasado se destinaran 1.425 euros a comprar fundas para iPhone 6 y otros 5.480 euros para comprar varios terminales iPhone 5.


Los consumibles informáticos son otros productos suponen miles de euros. Cartuchos de tóner o memorias USB son dos de los productos que más dinero suponen al cabo del ejercicio. Por ejemplo, entre los meses de abril y junio, el gasto en tóner fue de 16.088 euros. Mientras, el dinero empleado a lo largo del año para adquirir pinchos USB rozó los 5.500 euros.

Casi 5.000 euros en corbatas

Un año en una institución como el Congreso o el Senado da para mucho. Se puede deducir de la diversidad de los gastos. Por ejemplo, la Cámara Baja gastó 4.958 euros en corbatas en el último trimestre de 2015 y 792 euros empleados en “fundas para el carné de diputado”. Los gastos farmacéuticos son una constante a lo largo de todo el año: solo en los tres primeros meses del año el Congreso destinó 1.794 euros a comprar este tipo de productos.


Las obras de reforma o adecuación también se llevaron el año pasado buena parte de los presupuestos de ambas instituciones. El Congreso hace años que comenzó un serio lavado de sus instalaciones. Así, son frecuentes los alquileres de andamios y la compra de elementos de ferretería y carpintería. El Senado tampoco se escapa a las obras y son destacables los 42.000 euros (sin contabilizar el IVA) que se destinaron a la reforma de dos despachos. Las restauraciones de cuadros, alfombras o adquisición de marcos son, de igual forma, constantes y suponen cientos de euros.


Ambas Cámaras también tienen que hacer frente a compromisos institucionales. Así, son frecuentes los envíos de coronas de flores, canastillas o cestas de plantas. En el primer trimestre del año, el Senado empleó en estos particulares 1.660 euros. Otros gastos muy recurrentes son las suscripciones a bases de datos, editoriales especializadas en materia jurídica, periódicos y revistas. También son habituales los contratos menores derivados de visitas oficiales de delegaciones extranjeras y que, sobre todo, constan de gastos de traducción, compra de banderas y servicio de recogida en aeropuertos o estaciones de tren.

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