El discurso para la  investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, a la que llega con un pacto con Ciudadanos, ha decepcionado al resto de grupos parlamentarios, la mayoría de los cuales ratificaron este miércoles su posición en contra en la votación del jueves e incluso CC, que en principio lo apoyaba, se abstendrá.

Sánchez ha desgranado durante algo más de hora y media los principales compromisos del pacto entre PSOE y Ciudadanos que pondrá en marcha si es elegido presidente del Gobierno, en un discurso plagado de apelaciones a Podemos para que se sume finalmente al acuerdo.

Pero parece que ha predicado en el desierto, porque nada más acabar su discurso el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ya le ha avanzado que le había parecido "decepcionante" y que todas sus propuestas eran "más de lo mismo".

Ha abundado en esta tesis el portavoz parlamentario de Podemos, Íñigo Errejón, quien además ha advertido a Sánchez de que no puede intentar "contentar a todos" y pedirles a la vez el apoyo a ellos, al PP y a Ciudadanos con un "discurso a la carta", que no ha pasado de las buenas intenciones.

"Toca decidirse", ha sentenciado Errejón para advertir a Sánchez de que su premisa de que todos "los rumbos son posibles al mismo tiempo" no es factible.

Los primeros en abandonar el hemiciclo, ya que se encuentran en primera fila, han sido los miembros del Gobierno de Mariano Rajoy y el propio jefe del Ejecutivo en funciones, que no ha comentado la intervención de Sánchez.

Sí lo ha hecho, en cambio, la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, y ha sido para avisar a Sánchez de que la próxima semana todo estará igual y se seguirá hablando de la formación de gobierno.

Luego, el portavoz del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, ha reprochado la "petulancia" que cree que ha demostrado el candidato socialista, en una intervención que ha considerado como la "culminación de un fraude cuando no un burdo timo o engaño".

Incluso, a su juicio, lo que ha hecho el secretario general del PSOE es "un mitin electoral de una campaña en la que él está comprometido".

También ha criticado que en esta primera jornada de debate no haya habido oportunidad de escuchar a los líderes de los principales grupos, como se ha hecho siempre, y ha considerado que se ha pasado "de la mayoría absoluta al absolutismo de alguna minoría".

Rajoy subirá este miércoles a la tribuna de oradores del Congreso con un elaborado discurso con el que quiere desarmar los argumentos del candidato socialista. Fuentes de La Moncloa han avanzado a Europa Press que irá "al ataque" y realizará una "réplica en toda regla" para justificar el 'no' de los diputados del PP al secretario general del PSOE.Ciudadanos, único aliado

Una de las pocas opiniones elogiosas que se han escuchado ha sido la del otro socio del acuerdo, Ciudadanos, que por boca de su portavoz, Juan Carlos Girauta, se ha congratulado de poder oír en la tribuna algunas de las propuestas más "queridas" para su partido, como el nuevo marco de relaciones laborales o el pacto por la educación.

A Girauta no le ha importado que Sánchez haya obviado en su discurso la parte en la que se refería a la eliminación de las diputaciones provinciales y ha dejado claro que el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, sí hablará de ello mañana.

Hasta este martes, el pacto entre Sánchez y Rivera contaba con el voto de la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien, sin embargo, esta tarde ha anunciado su abstención por no haber una "mayoría creíble y viable" que le sustente y porque no exista "ningún viso de poder gobernar".

Oramas, con todo, ha reclamado un "esfuerzo en las próximas 48 horas para sumar a otras fuerzas que puedan hacer creíble un gobierno".

Había dudas sobre la posición que iba a mantener el PNV, que se ha encargado de disipar su portavoz, Aitor Esteban: votarán que no.

Esteban ha lamentado que Sánchez no les haya hecho "ningún guiño" en su discurso, ni al PNV ni al País Vasco, y ha dicho que en su intervención tan detallada han podido comprobar que hay aspectos del pacto con Ciudadanos que chocan con sus intereses.

De "muy cínico" y "vacuo" ha calificado el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, el discurso de Sánchez, mientras que el de Democracia i Llibertat (DiL), Francesc Homs, ha dicho que ha visto al dirigente socialista "a la defensiva" y "tirando la toalla" al asumir que no será investido.

El portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, ha lamentado que haya habido "mucho ruido y pocas nueces" y que la "referencia más importante" a Cataluña haya sido su alusión a la "alta cocina".

Y la portavoz de En Marea, Alexandra Fernández, ha dicho que ha visto al candidato como un "vendedor de humo" encaminado hacia la "gran coalición", por lo que le ha pedido que "reconsidere" su acuerdo con Ciudadanos.

Para el diputado de IU-UP, Alberto Garzón, Sánchez ha hecho un discurso "muy ambiguo" para intentar "contentar a todo el mundo", pero que "solo contenta a Ciudadanos", cuyo plan económico es, a su juicio, "contradictorio" con un programa político y social de izquierdas.

Todas estas críticas han sido rechazadas por el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, que ha subrayado que "no hay excusas para frenar o retrasar el cambio".