El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha aprovechado su primer viaje a Cataluña desde la elección de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat para avisar a los independentistas de que "el Estado no está en tregua" y él seguirá combatiendo cualquier paso en contra de la unidad de España.

?Rajoy ha hecho esta advertencia durante la reunión de la Junta Directiva del PP catalán que ha presidido en Barcelona y que ha sido también su primera presencia en Cataluña desde las elecciones generales.

"Quienes desafían el sentido común y el sino de los tiempos no van a conseguir de ninguna de las maneras sus objetivos, por suerte también para ellos", ha dicho antes de garantizar que el PP estará siempre con la Constitución, con el Estatut, con la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de todos los españoles hayan nacido donde han nacido y vivan donde vivan.

Rajoy ha considerado llamativo tener que decir en el siglo XXI que el PP va a estar con la ley y que todos están sometidos a ella porque, si no, sería "la ley de la selva".

"No es de recibo, es antidemocrático y es contrario a nuestra civilización saltarse la ley, presumir y jactarse de ello. Por eso -ha añadido- siempre que haya una actuación contraria a la ley vamos a actuar".

En esa línea argumental ha insistido: "El Gobierno de España está en funciones, pero la ley, la Constitución, el Estado, no están en funciones ni están en tregua. No estamos en tregua y el Estado seguirá cumpliendo con sus obligaciones".

Como ejemplo de ello, ha recordado que el Ejecutivo ha llevado al Tribunal Constitucional la creación de una consejería de Relaciones Exteriores y la comisión para hacer un proyecto constituyente, y está estudiando ("y lo haremos si así procede", ha avisado) las leyes de desconexión anunciadas "por personas que están violentando la legalidad y la voluntad de la mayoría".

Rajoy ha garantizado que el PP, esté donde esté, va a seguir trabajando para defender las posiciones de la mayoría de ciudadanos de Cataluña que se sienten catalanes, españoles y europeos, que no quieren que se les obligue a elegir entre ninguna de esas condiciones "que suman y enriquecen, y que no están dispuestos que se les considere extranjeros en su propio país".

Pese a todo, ha reiterado su voluntad de diálogo, pero no para decidir cómo ponerse de acuerdo sobre la forma de incumplir la ley.