El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha considerado tras sus primeros contactos con otros partidos para lograr su investidura que "esto empieza bien", y ha defendido el plazo de en torno a un mes para someterse a la votación en el Congreso pese a que el PP y Podemos desean que se haga en 15 días.

Después de que el Rey le encargara que intentara ser investido como presidente, Sánchez ha nombrado a los integrantes de su equipo negociador (del que forman parte, entre otros, Antonio Hernando, Jordi Sevilla y Rodolfo Ares) y ha comenzado a entrevistarse con dirigentes de los partidos de los que cree posible recibir el apoyo.

Este miércolesl o ha hecho con los de Coalición Canaria, Nueva Canarias, IU y Compromís, este jueves se reunirá con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera; el viernes con el de Podemos, Pablo Iglesias; y el sábado con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar.

Fuera de esta primera ronda de contactos ha dejado a PP, ERC, Democracia i Llibertat (DiL) y EH Bildu.

Al término de las reuniones de este miércoles, Sánchez ha asegurado tener la impresión de que "esto empieza bien" ante la buena disposición que ha encontrado en sus interlocutores y ha defendido el tiempo de en torno a un mes que se ha dado porque cree que "las cosas se tienen que hacer paso a paso".

Ha explicado que se ha hablado mucho de políticas y que la próxima semana se reunirán las comisiones negociadoras de los diversos partidos, mientras que él tiene intención de entrevistarse con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El intento de que la sesión de investidura se convocara en breve ha sido abanderado por el PP en la reunión de la Mesa del Congreso, donde ha propuesto que ese pleno se celebrara el 16 de febrero y ha recibido el apoyo de Podemos.

Sin embargo, el presidente de la Cámara, Patxi López, la ha rechazado y ha defendido que se pueda conceder más tiempo para unas negociaciones que Sánchez ha comenzado con la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas.

En esa reunión, Oramas le ha trasladado que decidirá el voto "en su momento", pero le ha advertido de que no apoyará ni un gobierno "sin garantías de estabilidad" ni uno de coalición con Podemos.

El diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, ha confirmado a Sánchez su apoyo para un "gobierno de progreso y de cambio", y el líder de IU, Alberto Garzón, le ha comprometido su respaldo si tiene en cuenta su propuesta social y económica.

Joan Baldoví, diputado de Cmpromís, y la coportavoz de este partido, Mónica Oltra, le han expuesto la experiencia de un gobierno plural en la Generalitat valenciana para mostrarse convencidos de que es posible un ejecutivo de progreso en España.

Para analizar la situación generada tras el encargo del Rey a Sánchez, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha convocado mañana a sus diputados.

A la espera de esa cita, el PP, por boca de su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, considera que el mes que pide Sánchez para negociar es "mucho tiempo", de ahí que haya intentado hoy en la mesa de la Cámara que la investidura se convocara para dentro de 15 días.

El ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, cree que el líder del PSOE "va de farol" y sólo busca un mes de precampaña antes de culpar a Podemos de no haber sido posible un acuerdo.

Otro ministro, el de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, ha sido criticado por el PSOE por haber advertido de que un hipotético gobierno de los socialistas con Podemos abandonaría la coalición contra el terrorismo internacional.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha garantizado que acudirá a su reunión con Sánchez "con la mejor disposición" y ha defendido que haya un gobierno pronto porque hay situaciones que tienen que ser atendidas con "urgencia".

Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, ha defendido iniciar sin demora las negociaciones y que el PP participe en ellas, aunque su portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta, ha instado a este partido a elegir entre respaldar a un Gobierno "rupturista" de PSOE y Podemos u otro "constitucionalista" entre los socialistas y su partido.

Ante la ronda iniciada por Sánchez, el portavoz de DiL, Francesc Homs, le ha pedido que no "vete" a su partido "si realmente quiere ser presidente del Gobierno", mientras que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha invitado a aprender del pacto entre Junts pel Sí y la CUP.

Por parte de ERC, su máximo responsable en el Congreso, Gabriel Rufián, también ha criticado que Sánchez deje a su partido fuera de sus contactos iniciales.

El PNV ha avanzado que acudirá a la reunión con Sánchez "sin líneas rojas" previas y con el ánimo de "escuchar y conocer cuáles son sus planteamientos", según ha dicho su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban.