Sánchez pone un posible pacto de gobierno en manos de sus militantes

Ha anunciado una consulta que no preven los estatutos del partido, pero que aboca a los barones más críticos a acatar el resultado.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la reunión del Comité Federal del PSOE en la sede del partido en la calle Ferraz
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante la reunión del Comité Federal del PSOE en la sede del partido en la calle Ferraz
EFE/Paco Campos

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha puesto en manos de los 197.000 militantes de su partido la decisión de avalar un futuro acuerdo de gobierno con otras fuerzas políticas, al anunciar una consulta que no preven los estatutos del partido, pero que aboca a los barones más críticos a acatar el resultado.


Sánchez ha acudido hoy con un as en la manga a un Comité Federal marcado por la expectación de la incertidumbre política, que ha aprobado por unanimidad que el 39 Congreso Federal del PSOE se celebre el 20, 21 y 22 de mayo, previa votación de los militantes para elegir al secretario general el 8 de mayo.


Con su compromiso de consultar cualquier acuerdo a las bases, Sánchez ha mermado la fuerza de los dirigentes que se oponen a que pacte con Podemos y a que saque adelante su investidura con apoyo implícito o explícito de los soberanistas.


"Que nadie se preocupe, esa decisión eventual que se pueda tomar de negociación y de acuerdo será ratificada por el Comité Federal y sometida a consulta a la militancia del partido", ha anunciado por sorpresa el líder socialista, tras insistir en que las negociaciones con otros partidos serán "en abierto, con luz y taquígrafos".


La dirección del partido ha explicado que la consulta a la militancia sería anterior a la votación de ese acuerdo en el Comité Federal y ha recalcado que, aunque la decisión de las bases no tendrá una vinculación orgánica, sí "comprometerá políticamente" a ese órgano.


Según fuentes socialistas, solo se celebrará la consulta si Sánchez logra un "acuerdo que le permita presentarse a la investidura", y lo que se votaría sería el "contenido político" del acuerdo.


La decisión de los militantes debería ser después ratificada por los 300 miembros del Comité Federal, órgano encargado de aprobar la política de alianzas del partido.


"En un momento tan importante en España, nuestra militancia tiene que tomar la palabra y tenemos que tenerla en cuenta", ha argumentado la dirección del partido, que ha sumado a su iniciativa el apoyo de los barones.


La andaluza Susana Díaz, que ha llegado al cónclave exigiendo a Pablo Iglesias "respeto" al PSOE, "si lo que quiere es sentarse en una mesa a dialogar", ha respaldado la idea de la consulta, aunque ha exigido hacerla con "claridad" y "mucha transparencia" para saber "el contenido, la letra y la música" del acuerdo.


El valenciano Ximo Puig se ha mostrado partidario de que primero sea el Comité Federal del PSOE el que haga una propuesta para un pacto de gobierno y sea después la militancia la que lo ratifique con su voto.


"Creo que hay que tener un equilibrio razonable entre la democracia representativa y la capacidad de consulta", ha subrayado.


Para el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, la consulta a la militancia es una "buena iniciativa" y el PSOE debe abordar el diálogo con otros partidos a través de un "proceso en el que se sienta todo el mundo parte de la decisión y sus consecuencias, sea cual sea".


El aragonés Javier Lambán, uno de los pocos barones a los que Sánchez consultó hace días su idea de la consulta, ha incidido en que Sánchez debe intentar un acuerdo con el partido de Pablo Iglesias y con Ciudadanos, en el que no entrarían en ningún caso los independentistas catalanes.


Otros líderes territoriales, como el gallego José Ramón Gómez Besteiro, rechazan excluir del diálogo a cualquier partido, incluidos los independentistas, mientras que Susana Díaz y el asturiano Javier Fernández encabezan el sector más reacio a pactar con Podemos y aceptar la abstención de los independentistas.


No obstante, los límites para la negociación de un futuro acuerdo no han variado en la reunión, con lo que se mantienen los aprobados el pasado 28 de diciembre de no pactar con quien no renuncie a la defensa del derecho de autodeterminación y no facilitar una investidura de Rajoy ni del PP.