La Mesa del Congreso ha acordado este martes renunciar al uso exclusivo del coche oficial al que tienen derecho cada uno de sus nueve miembros, a excepción del presidente de la Cámara, Patxi López, que mantendrá el vehículo con chófer por motivos de seguridad.

Según ha explicado López, esos vehículos se pondrán a disposición de un "pool" de transporte y no estará asignados en exclusiva a cada uno de los integrantes de la Mesa, tres del PP, dos del PSOE, dos Ciudadanos y dos de Podemos.

Esta renuncia no supondrá una reducción inmediata de costes, ya que los coches son propiedad de la institución y sus conductores funcionarios del Estado que seguirán en sus puestos.

PSOE, Podemos y Ciudadanos anunciaron hace semanas que renunciarían al uso de esos coches, una decisión a la que se sumó después el PP.

Esta renuncia se añade a otras adoptadas por Podemos y Ciudadanos por servicios que ofrece el Congreso y que consideran innecesarios.

El Consejo Ciudadano Estatal de Podemos ya acordó el pasado 3 de enero que todos los diputados de la formación renunciaban, entre otros "privilegios", a la tarjeta de 3.000 euros para taxis, el pago de internet en el domicilio a quienes se desplazan y reducir al mínimo posible las prestaciones incluidas en la póliza de seguro de accidentes.

También acordaron la limitación salarial a un máximo del equivalente a tres salarios mínimos, medida que se aplica a todos sus cargos públicos.

Los diputados de Ciudadanos también han renunciado a que el Congreso les pague la conexión a Internet en su domicilio, entre otras cuestiones.