​Carles Puigdemont, un president independentista que hereda el Govern

Carles Puigdemont, nacido en 1962 en Amer (Girona), es desde este martes el 130 presidente de la Generalitat y dirigirá el gobierno más independentista de su historia, con una composición ya negociada antes de su investidura entre CDC y ERC y con un marcado sello de su antecesor, Artur Mas. Las tensas negociaciones entre Junts pel Sí y la CUP, con la dura oposición de los anticapitalistas a investir a un Mas que finalmente cedió el paso, ha dado al hasta ayer alcalde de Girona una presidencia de la Generalitat que no esperaba, pero que ejercerá para tratar de culminar el objetivo de independencia de Cataluña, con el que sueña incluso desde antes de entrar en política.

A diferencia de los casos precedentes, Puigdemont hereda un ejecutivo que antes de empezar a andar -los consellers tomarán posesión el jueves- ya estaba diseñado. También, Puigdemont, una figura relativamente desconocida fuera de Girona, ha sido el primer president que ha prometido el cargo sin ofrecer su fidelidad a la Constitución y al Rey.

Los que le conocen admiten que tiene madera de líder político, que ha forjado en la alcaldía de Girona y como presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI), con una importante visión exterior, a la que se suma que habla cinco idiomas.

Puigdemont lleva años manifestando su apego al independentismo desde las redes sociales, especialmente en Twitter, en donde ha aumentado de 13.000 a 80.200 seguidores desde la investidura, aunque su contundencia en las arengas independentistas le ha acarreado algún problema. En 2013, en una reunión de la Asamblea Nacional Catalana, culminó su discurso citando al periodista Carles Rahola, fusilado en el franquismo: "Los invasores serán expulsados de Cataluña, como lo fueron en Bélgica, y nuestra tierra volverá a ser, bajo la república, en la paz y en el trabajo, señora de sus libertades y sus destinos."

La oposición catalana ha arremetido estos últimos días contra él por esta afirmación, pero Puigdemont se ha defendido alegando que los invasores a los que alude en la cita son los fascistas y no los españoles. Ese mismo 2013, como alcalde de Girona, reivindicó ante el entonces Príncipe Felipe el derecho a decidir de Cataluña en su discurso durante la inauguración del I Congreso Bienal sobre Seguridad Jurídica y Democracia en Iberoamérica.

Puigdemont es un militante convergente y independentista de toda la vida; contribuyó a fundar la Joventut Nacionalista de Catalunya -la organización juvenil convergente- en Girona y es militante de CDC desde 1983, aunque tardó años en dedicarse plenamente a la política.

Aunque siempre mantuvo vínculos con figuras convergentes destacadas, como el diputado electo en el Congreso Jordi Xuclà y el saliente Pere Macias, quien fue portavoz adjunto de CiU en la Cámara baja. Tras cursar estudios de filología catalana, ingresó en 1982 como corrector lingüístico del periódico El Punt -hoy ElPunt/Avui-, del que llegó a ser redactor jefe, y entre 1999 y 2002 fue el primer director de la Agència Catalana de Notícies, la agencia de noticias pública de la Generalitat,

En su faceta emprendedora, también fue director general del periódico Catalonia Today, un periódico catalán escrito en inglés que contribuyó a impulsar.

No saltó a la primera línea política hasta que fue elegido en 2006 diputado por CiU en el Parlament y, un año más tarde, encabezó la lista de la ya desaparecida federación para la alcaldía de Girona, aunque estuvo en la oposición hasta 2011, cuando rompió la hegemonía del PSC en la ciudad.

Criado en el seno de una familia de pasteleros de Girona, Puigdemont representa la Cataluña alejada del área metropolitana de Barcelona, pero también de la rural.

Representa más a ese núcleo de empresarios y emprendedores gerundenses exportadores que han saltado al independentismo descontentos con el trato que sienten haber recibido del Estado. El nuevo presidente catalán, que en su juventud se tomó un año sabático para viajar por el mundo, es políglota y habla catalán, castellano, francés, inglés y rumano, lengua que ha aprendido de su mujer, Marcela Topor, una periodista originaria de Rumanía con la que tiene dos hijas.