Casi medio millón de nuevos empleos, pero todavía con 4,8 millones de parados

El empleo ha remontado y cumple las previsiones del Gobierno.

El empleo remonta y cumple las previsiones del Gobierno de crear medio millón de puestos de trabajo al cierre de 2015, pero la mejora del mercado laboral es aún precaria y no llega a los 4,8 millones de parados que, en su mayoría, son jóvenes o llevan más de un año sin trabajar.


El cierre del año, que coincide con el de legislatura, se salda con 479.600 nuevos empleos, según la Encuesta de la Población Activa (EPA) del tercer trimestre, un dato que acerca el total de trabajadores a los 18,1 millones que había al inicio del mandato del Gobierno del PP, alejándolo de los 16,9 millones del primer trimestre de 2014.


Con los datos disponibles hasta el tercer trimestre, el empleo ha crecido en un año más en el sector privado (483.900 personas) que en el público (60.800 en el público). Lo ha hecho en todos los sectores productivos, pero principalmente en los servicios, y con más fuerza entre los más jóvenes, reduciéndose entre aquellos de 30 a 34 años.


Sin embargo, el trabajo temporal se ha incrementado en 357.700 personas en los últimos doce meses, el doble que el indefinido, situando la tasa de temporalidad en el 26 %.


Estos datos confirman la mala calidad de la mayor parte del nuevo empleo, dicen los sindicatos, que calculan que el 19 % de los asalariados trabajan de manera no deseada con un contrato a tiempo parcial.


La cifra de desempleados ha mejorado -ha bajado de los cinco millones por primera vez desde 2011- pero no es suficiente, en opinión de los sindicatos, ni por su cuantía ni por su composición, con altos índices de parados de larga duración y jóvenes.


Así, casi la mitad de los jóvenes españoles está desempleados y el 60 % de los parados (2,9 millones de personas) lleva más de un año sin trabajar.


Si en vez de los datos de la EPA se toman las afiliaciones a la Seguridad Social y los parados registrados en las oficinas de empleo, desde enero se observa una bajada del desempleo de forma sostenida y continua, pero a partir de agosto la tendencia cambió y el paro volvió a subir hasta noviembre.


En paralelo, han ido creciendo los afiliados a la Seguridad Social, un dato que el Gobierno espera que repunte en diciembre y enero con más de 850.000 nuevos contratos para la campaña navideña y las rebajas.


El Ministerio de Empleo ha insistido una y otra vez en que la recuperación del empleo es estructural, no coyuntural, y que mantiene su fortaleza, si bien la ha condicionado a la estabilidad política y económica que pueda resultar de las elecciones generales del 20 de diciembre.


Pese a los mensajes de recuperación del Ejecutivo y unos vaticinios de 500.000 nuevos empleos al año hasta 2018, con la meta de llegar a los 20 millones de ocupados, los datos de la EPA reflejan un descenso de la población activa, debido sobre todo al "efecto desánimo", que afecta especialmente a mujeres.


También a los jóvenes, que son de los europeos que más tardan en encontrar un empleo fijo, hasta seis años, según un informe de la OCDE, que indica que mientras en los países europeos el contrato temporal es un paso previo antes del contrato fijo, en España es más probable que los jóvenes permanezcan atrapados en empleos eventuales y peor pagados.


Pero no sólo los jóvenes han perdido poder adquisitivo, la cobertura del sistema de protección por desempleo se ha reducido casi tres puntos respecto al año pasado, hasta el 54,36 %, lo que implica que casi la mitad de los parados no recibía ningún tipo de ayuda.


La situación de este colectivo llevó al Gobierno, instado por los agentes sociales, a poner en marcha en febrero una ayuda de 426 euros al mes que, ocho meses después, apenas beneficiaba a 27.776 personas, es decir, a una décima parte de las previstas.


Este año también se ha dado un paso más para la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores, después de que sindicatos y patronal firmaran el III Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) con alzas de hasta el 1 % para este año y del 1,5 % para 2016 aunque deja pendiente la subida de 2017.


El acuerdo, que los agentes sociales califican de realista, recoge los criterios que han de regir la negociación colectiva hasta 2017 y contempla que las alzas salariales se puedan modular en cada sector y empresa en función de la productividad.

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