"El CO2 puede ser un problema mañana pero el aire lo es hoy"

El presidente de Sedigas señala al gas como solución a los problemas de calidad del aire.

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"El CO2 puede ser un problema mañana pero el aire lo es hoy"
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"Las emisiones de CO2 pueden ser un gran problema medioambiental el día de mañana, pero la contaminación y baja calidad del aire lo es ya a día de hoy", ha advertido Antoni Peris, presidente de la Asociación Española del Gas (Sedigas) mientras en París se suceden las reuniones de la COP21.


En una entrevista, Peris ha declarado que en los últimos años "se ha primado excesivamente la información en torno al CO2" mientras que sólo ahora "a raíz de los problemas que estamos viendo con la 'boina' de contaminación en Madrid" se empieza a considerar seriamente el problema de la polución en las urbes más pobladas.


En ese sentido, la cumbre de París ofrece "grandes expectativas" respecto al papel "relevante" que puede desempeñar el gas para el medioambiente, al ser "la energía convencional más eficiente y limpia", útil para afrontar los "serios" inconvenientes con la calidad del aire que respira "la mayor parte de la población mundial, que vive precisamente en grandes ciudades".


"Hemos visto un crecimiento sostenido en la demanda de gas, que continuará aumentando", si bien en el caso de la UE el problema sigue siendo el carbón que "no debe ser sustituido de manera radical sino progresivamente; es complejo fijar fechas concretas"


Introducir el debate sobre la mejora del aire, fijar criterios fiables para conocer el precio real del CO2 y potenciar el uso del gas en el transporte son los principales objetivos de Sedigas en la COP21 y en el futuro desarrollo energético español.


Respecto al transporte, ya hay "unos 4.500 vehículos que dan servicio, sobre todo autobuses y camiones", asegura, y ahora se trata de "expandirse a flotas como las del taxi o el reparto de mercancías".


El automóvil privado no se ha desarrollado tanto, por "el peso de otros sectores" aunque su viabilidad está probada en países como Argentina donde "tienen 3 millones de coches a gas".


En España será necesario desplegar una red de gasineras, o estaciones de servicio de gas, para lo cual existe un programa europeo que permitirá crear "tal vez para el 2020 o el 2025" las primeras 140 terminales en grandes ciudades.


Hoy, funcionan varias gasineras en las principales urbes españolas como Madrid, en cuyo barrio de Sanchinarro existe la estación de carga para autobuses más grande de Europa.


Las dos principales acciones de Sedigas para potenciar esta energía se desarrollan en conversaciones por un lado con los responsables de los principales Ayuntamientos y por otro lado con los responsables de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).


Navarra, Cantabria y La Rioja son las CC.AA. con mayor porcentaje de penetración del gas, mientras Andalucía -debido al clima- y Galicia -por su orografía y dispersión territorial- cuentan con el menor aunque "con los planes actuales llegaremos a muchos más sitios de aquí a 10 años".


Peris asegura que las compañías gasistas tienen planes "ambiciosos" para la expansión de sus redes en España, donde el gas llega ahora mismo al 78% de las viviendas, lo que equivale a todas las ciudades con más de 50.000 habitantes y "está empezando a llegar a municipios de 2.000".


El sector invierte anualmente "unos 1.000 millones de euros y conecta hasta 300.000 puntos de suministro, aunque esperamos aumentar hasta cerca de 400.000" durante los próximos 5 a 8 años.


El presidente de Sedigas reconoce, sin embargo, la "paradoja" de que el grado de penetración alcance sólo al 30%: "nos falta por recorrer esa 'última milla' para conectar a nuevos clientes con nuestras redes, podemos crecer al menos hasta el 50% hasta 2020 o 2025".


En comparación con las medias europeas, ésta es la principal diferencia -en la UE existe un 50/55 % de porcentaje de penetración en el mercado doméstico- pues en el mercado industrial "estamos más parejos" y en seguridad "muy por encima" y, de hecho, "no hemos tenido ningún accidente grave ni el año pasado ni éste".


Respecto al "fracking", Peris ha advertido de que "antes de apostar tienes que saber si hay algo por lo que apostar" y, en España, "no se están haciendo, salvo en el País Vasco, estudios concretos para saber si disponemos de bolsas de gas que pudieran explotarse con este sistema".

En todo caso, el suministro de gas está "garantizado" gracias a la estrategia de importar gas licuado a través de diversas fuentes y distintos países, por lo que "por ejemplo, la crisis del gas de Rusia aquí no ha llegado ni llegará".


España incluso "podría ayudar más al resto de Europa" si dispusiera de más interconexiones: ahora existen 7 terminales de regasificación y 6 conexiones -2 con Francia, 2 con Portugal y 2 con el norte de África-.

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