De Castrillo Matajudíos a Mota de Judíos

La localidad burgalesa pone fin a una "losa histórica" ligada a la cultura sefardí.

De Matajudíos a Mota de Judíos
De Matajudíos a Mota de Judíos

La localidad burgalesa de Castrillo Matajudíos es desde este viernes Castrillo Mota de Judíos tras un proceso que ha supuesto el final de una "losa histórica" y que pretende abrir un periodo de mayor prosperidad ligado a la cultura sefardí, afirma su alcalde, Lorenzo Rodríguez.


Ha sido el principal valedor del cambio, aunque insiste en que no quiere el mérito para él, sino para los vecinos, a los que llamó a votar para decidir si se mantenía el nombre que el pueblo ha tenido los últimos siglos o se cambiaba por el que debió tener en su origen, al ser un asentamiento judío en una colina o mota.


Lorenzo Rodríguez reconoce que el cambio no ha gustado a todo el mundo, aunque considera que es una cuestión de justicia histórica, avalada por informes que relatan el origen del pueblo como una colonia judía.


Según los informes de los historiadores, debió ser un escriba el que cambió el nombre en el siglo XVII y adoptó el de "Matajudíos", por error o para disimular el origen judío del pueblo en plena ola de antisemitismo en España.


Los vecinos han participado hoy en los actos, aunque solo unas pocas del medio centenar de personas censadas lo ha hecho de forma activa.


El alcalde ha recordado que están realizando trabajos arqueológicos para recuperar vestigios del origen judío del pueblo y proyecta, a medio plazo, poner en marcha un centro de interpretación sefardí.


De momento, la papelería del Ayuntamiento ya tiene el nuevo nombre de la localidad que, desde agosto, figura también en la cartelería de las carreteras.

Lorenzo Rodríguez asegura que han recibido cartas y mensajes de todo el mundo, la mayoría de apoyo, aunque también algunas críticas con el cambio.


Desde hace más de un año ha ido tejiendo también relaciones con Israel, cuyo embajador en España, Daniel Kutner, ha acudido hoy al acto simbólico de cambio de nombre junto al presidente de la Federación de Comunidades Judías en España, Isaac Querub.


El proyecto de aprovechamiento de la riqueza cultural de esta pequeña localidad del Camino de Santiago casa perfectamente con la intención de la Junta de Castilla y León de impulsar un sistema de patrimonio sefardí para recuperar el legado judío que hay en la Comunidad.


La consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León, Josefa García Cirac, ha recordado que hay una veintena de ayuntamientos de la comunidad que conservan vestigios de la presencia judía en la España medieval hasta su expulsión durante el reinado de los Reyes Católicos "y es un valor que hay que aprovechar".


El proyecto se coordinará con las comunidades judías que hay en España "para ir de la mano", ha explicado García Cirac.


En su opinión, Castrillo Mota de Judíos se ha convertido en un "recuerdo vivo" de la convivencia de comunidades judías, musulmanas y cristianas, especialmente en el entorno del Camino de Santiago, que es la cuna cultural de Europa.


También el embajador israelí se ha referido en su discurso a la convivencia de los judíos en España durante 1.500 años, aunque "con luces y sombras".

Para el presidente de la Federación de Asociaciones Judías de España, el acto de hoy simboliza el inicio de la colaboración entre dos culturas que "durante años convivieron en España de una manera ejemplar".

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