García-Margallo dice que varios países expresaron "alivio" por el resultado en Cataluña
Alega que la integridad territorial es uno de los principios básicos de la legalidad internacional.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó este martes que diversos representantes internacionales con los que ha hablado en la ONU estos días le han expresado un "enorme alivio" por el resultado de las elecciones catalanas, celebradas el 27 de septiembre.
"La gente ha respirado, y no les oculto que tienen una cierta inquietud por la situación interna de las fuerzas que han ganado las elecciones", afirmó García-Margallo en declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas. García-Margallo dijo que el "enorme alivio" que han expresado los representantes de otras naciones con los que ha conversado se debe al hecho de que quienes buscaban plantear esa votación como un "plebiscito de secesión" no hayan conseguido la mayoría necesaria.
Ha sido un "enorme alivio", insistió, "porque la integridad territorial (...) es uno de los principios básicos de la legalidad internacional, y la legalidad internacional es la base" para entenderse "civilizadamente". El ministro español se encuentra desde la semana pasada en Nueva York para asistir a una cumbre sobre el desarrollo de tres días, que se cerró el domingo, y asistir al debate de alto nivel de la Asamblea General de la ONU. García-Margallo recordó que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha venido perdiendo apoyo parlamentario y la coalición con la que se presentó para las elecciones del domingo, Junts pel Sí, "parece cada vez más el camarote de los hermanos Marx".
El titular de la cartera de Exteriores se mostró preocupado por la eventualidad de que Cataluña "entre en un período de inestabilidad política". Aunque recordó que la Constitución "no está tallada en piedra" y "no son las tablas que bajó Moisés del Sinaí", García-Margallo recordó que existe un proceso legal que debe seguirse para reformar la Carta Magna.
Ese proceso incluye cumplir con el procedimiento legal establecido, un "consenso similar" al espíritu que había para la redacción de la Constitución de 1978 y un "criterio de utilidad", es decir, "cuáles son los problemas que resolvería una reforma de la Constitución y cuáles son los problemas que crearía". Aun así, el ministro español cree que ahora no es el momento político adecuado para impulsar una reforma constitucional, teniendo en cuenta que España está "en vísperas de unas elecciones generales".
