El IVA del 21 por ciento, la Ley de Propiedad Intelectual y la inexistencia de una ley del Mecenazgo son algunas de las causas de que el ministro José Ignacio Wert no contara con demasiadas simpatías en el mundo de la cultura, al que enfadó especialmente por su ausencia en la gala de los Goya en 2014.

Aunque se ha podido despedir del Gobierno con una norma que modifica el modelo de financiación del cine, la sombra del IVA del 21 por ciento aplicado a los espectáculos de música, teatros y cine ha perseguido a Wert durante los tres años que han transcurrido desde que el gravamen subió, aunque él haya insistido en que no tenía la culpa.

Y llegó a calificar de "grosero" el "error" de atribuirle esta subida y criticó que se hablara del "IVA cultural" porque, reiteraba, no se trata de una subida generalizada a todos los consumos culturales, como ocurría con los libros o a los museos de titularidad pública, que tributan a tipos reducidos.

Pero la reivindicación del mundo de la cultura y de la oposición política de bajar el IVA ha estado presente en muchos de los actos a los que ha asistido y a los que no ha asistido.

Especialmente agria fue la respuesta a la ausencia de Wert, justificada por problemas de agenda, en una de las galas de los Goya, que los actores calificaron de "patética, increíble e impresentable", entre otros comentarios, y por la que el PSOE pidió su destitución.

En la última gala fue el cineasta Pedro Almodóvar el que se dirigió al ministro para decirle que no estaba "incluido" en los amigos del cine y de la cultura.

Tampoco despertó apoyos la Ley de la Propiedad Intelectual aprobada por su departamento, aunque la hayan denominado "Ley Lassalle", en referencia al secretario de Estado de Cultura. Una norma que entró en vigor el pasado 1 de enero precedida por las protestas de numerosos sectores, que han llevado incluso al cierre de Google News en España.

Numerosas críticas recibió también Wert al saberse que no habría por fin la tan anunciada Ley de Mecenazgo debido a que los incentivos fiscales para la cultura se incluyeron en la reforma fiscal.

Sí se aprobaron durante su mandato las leyes para la Biblioteca Nacional y los museos del Prado y Reina Sofía, así como la del Patrimonio Inmaterial, a la que dio luz verde el PP con la sospecha de la oposición de que tras ella está la protección de la tauromaquia, una actividad que Wert confía en ver declarada Patrimonio de la Humanidad.