El Congreso rechaza una moción para paralizar el 'fracking'

Había sido presentada por el Grupo Mixto y apoyada por Izquierda Plural, el PSOE y CiU.

El pleno del Congreso ha rechazado la moción presentada por el Grupo Parlamentario Mixto y apoyada por Izquierda Plural, el Grupo Socialista y CiU para paralizar el 'fracking', una técnica con la que se inyecta agua, arena y químicos a alta presión para fracturar la roca y liberar el gas que contiene.


El encargado de defender esta moción sobre el 'fracking' o fractura hidráulica por parte del Grupo Mixto ha sido Xabier Mikel Errekondo (Amaiur), quien ha señalado que "la viabilidad de este método está en entredicho porque es una tecnología muy cara y absolutamente dependiente de las fluctuaciones del mercado del gas y el petróleo".


En este sentido, ha acusado al PP de estar "ciego y contaminado" al presentar esta técnica como "la panacea contra la dependencia energética" cuando, a su juicio, la solución está en un nuevo modelo energético "descentralizado y basado en las energías renovables".

En la moción, los citados grupos de la oposición han pedido al Gobierno que "respete la voluntad de la mayoría social, que se muestra contraria a este método de extracción".


El diputado popular Mario Francisco José Flores ha contestado que "es un hecho absolutamente contrastado que somos dependientes energéticos y que, aunque hemos hecho un enorme esfuerzo con las renovables, éstas no cubren más que una pequeña parte del mix energético del país".


Si España renunciara al 'fracking' "sería aún más dependiente", por lo que ha considerado que "no explorar nuevas formas de energía sería una temeridad, al igual que lo sería no dotar de la máxima seguridad a estas exploraciones".


Flores ha reconocido que "es complicado" hablar de los riesgos de este método, pero ha garantizado una protección del medio ambiente.

Desde el Grupo Socialista se ha apoyado la moción "por motivos ambientales, económicos y sociales", según la diputada María Pilar Lucio, quien ha acusado al PP de "sordera democrática" y ha afirmado que "se puede prescindir de este tipo de técnicas en un país con los recursos de España".


Desde Izquierda Plural, Josep Pérez-Moya ha resaltado que existen "varias y justificadas" razones para oponerse al 'fracking' y que no hacerlo sería "irresponsable" porque afecta a vida de los ciudadanos, a los territorios y a la concepción del modelo energético actual.


Además, ha subrayado que genera residuos peligrosos con elevadas cantidades de metales pesados y que es un claro emisor de gases de efecto invernadero "21 veces más nocivos que el dióxido de carbono". Inmaculada Riera, del Grupo Catalán, ha hecho hincapié en el papel de las comunidades porque "cada territorio tiene su propia especificidad y es quien marca los riesgos", por lo que "han de ser las autonomías quienes decidan".


Ante esto, Flores ha respondido: "ésta es una normativa de carácter básico cuya competencia recae en el Estado, que no pasará por alto el papel de las comunidades".


Pedro Azpiazu, del Grupo Vasco (que se ha abstenido), ha asegurado que "estamos ante un tema controvertido" que "requiere un debate sosegado" y ha solicitado una moratoria de cinco años en la explotación de hidrocarburos y gases mediante 'fracking'.