Casi nueve de cada diez menores tienen un móvil antes de los 13 años. Por eso el grupo de redes sociales de la Policía Nacional propone un contrato entre padres e hijos para garantizar un buen uso.

Por ejemplo, el menor empezará a usar el dispositivo con alguno de los padres y lo configurarán juntos. Los padres conocerán siempre los códigos de acceso y las contraseñas pero se comprometen a respetar la intimidad de sus hijos. Hay que denunciar cualquier situación de ciberacoso. Tanto si le afecta a él como a otros. Y evitar hacer fotos íntimas. No hay que agregar a las relaciones online a nadie que no se conozca en la vida real.

El menor debe responder siempre a las llamadas de los padres. Es para saber que está bien. Un contrato que si no se cumple habrá que valorar si se puede seguir dejando los dispositivos a su alcance.