Una crisis difícil de remontar

El diputado ha dejado claro que peleará por darle un giro de rumbo a UPyD.

?Toni Cantó durante la rueda de prensa
?Toni Cantó durante la rueda de prensa
Efe

Era cuestión de días que Toni Cantó diera algún paso para desvincularse del rumbo marcado por Rosa Díez, después de perder la partida en el Consejo Político extraordinario de UPyD. Ahora habrá que ver si alguien más sale por esa puerta porque, en ese caso, la crisis será difícil de remontar.


El desastre electoral en Andalucía ha sumido a UPyD en una tormenta de la que le puede resultar complicado salir si a Toni Cantó, el "niño bonito" de Rosa Díez, se le suman otros dirigentes de peso del partido magenta como los diputados Irene Lozano y Álvaro Anchuelo.


Fueron precisamente ellos dos, junto a otros dos miembros de la dirección de UPyD -David Andina y Rodrigo Tena- los primeros en dar un golpe en la mesa al abandonar la ejecutiva por no prosperar la dimisión de Díez ni tampoco el acercamiento a Ciudadanos.


Lo plantearon en una reunión al día siguiente de la debacle electoral andaluza y tras una rueda de prensa de la portavoz de UPyD en la que entendieron que no asumió las responsabilidades que le correspondían por los pésimos resultados.


UPyD no solo no logró entrar en el Parlamento andaluz sino que consiguió incluso menos apoyos que en la convocatoria anterior, mientras que el partido de Albert Rivera, Ciudadanos, en su misma franja ideológica, se llevó a la primera nueve escaños.


Días después dimitió también del órgano de dirección el portavoz en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, y otra de las voces de peso en el partido, Ignacio Prendes, el único diputado en Asturias, que ya dejó la ejecutiva a final de año por manifiesto desacuerdo con la estrategia de UPyD, se sumó a esta nueva oleada crítica.


Nadie discute que Rosa Díez ha resistido este primer embate después de conseguir más del sesenta por ciento de los apoyos del Consejo Político. Tanto a su persona como a sus firmes convicciones de mantener la autonomía de UPyD frente al partido de Albert Rivera.


Sin embargo, la marcha de Cantó, aunque más o menos anunciada, puede abrir una espita por la que se escape el gas que le queda al partido, bastante mermado, según apuntan las encuestas.


No obstante, es bastante probable que los movimientos en contra de la dirección se contengan hasta después de las elecciones municipales y autonómicas de mayo, y se reserven para el congreso extraordinario que Rosa Díez se ha visto forzada a convocar tras esos comicios.


El mismo Toni Cantó ya ha dejado claro que peleará en ese congreso por dar un giro al rumbo de UPyD. Y si hay algo seguro es que no estará solo y que los resultados de la cita de mayo serán determinantes para ese cambio.