Societat Civil Catalana pide ayuda a otras CC.AA. ante la amenaza secesionista

"Es un dilema español con consecuencias desastrosas para todo el país".

La tensión política está generando "problemas de convivencia importantes"
La tensión política está generando "problemas de convivencia importantes"

Societat Civil Catalana (SCC) ha hecho este lunes un llamamiento a otras comunidades autónomas, especialmente a Aragón, para que no les dejen "solos" ante la amenaza secesionista, puesto que éste no es solo un problema de Cataluña, sino que es "un dilema" español con consecuencias "desastrosas" para todo el país.


SCC, sociedad que pretende promover, difundir y fomentar la cohesión y la convivencia entre los ciudadanos en Cataluña y de éstos con el resto de españoles, ha presentado hoy en Zaragoza el evento que celebrará el próximo miércoles en la capital aragonesa con el título "Aragón y Cataluña, los mejores socios".


Es el primero de una serie de actos que la asociación organizará por toda España, al que le seguirán otros en Valencia y Mallorca, con el objetivo de trasladar su mensaje, recabar puntos de vista y dejar claro que, en su opinión, la separación de Cataluña de España tendría un "grave perjuicio" económico, social, cultural, político y también emocional para todo el país.


En este contexto, según el vicepresidente de SCC, Joaquim Coll, las relaciones con los vecinos, y especialmente con Aragón, quedarían "mucho más enconadas", aunque la Generalitat "venda un escenario idílico de secesión indolora entre buenos amigos".


Para Ferran Brunet, miembro de SCC y profesor de Economía Aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), al actual gobierno secesionista catalán "le encanta la conflictividad", es "su fuente de energía política", y por eso si el panorama cambia tras las elecciones a la Generalitat previstas para septiembre, el horizonte sería "bastante diferente" aunque siguieran existiendo "elementos de roce" habituales entre vecinos.


SCC defiende que la tensión política está generando "problemas de convivencia importantes" y por eso sus miembros, sin ningún tipo de adscripción política, están dispuestos a trabajar por esta convivencia "que ha sido deteriorada".


Concretamente, Coll ha reconocido que la historia, la cultura o incluso la lengua, fuentes de algunos conflictos de Aragón y Cataluña, son "armas peligrosas que cuando están en manos políticas son fuentes de confrontación", y por eso ha pedido "separar" las cosas y dejar la lengua en manos de los filólogos y la historia en manos de los expertos, y no hacer de ello "lecturas políticas".


En la jornada prevista para el día 8 participarán el presidente del Instituto de Estudios Económicos, José Luis Feito, el profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza Alain Cuenca y el propio Brunet, quien hablará de los costes del desafío separatista.


Ha indicado que los efectos negativos "ya se ven", por ejemplo en la "huida de las inversiones" y en la "lentitud del crecimiento del PIB o del empleo" pero, de forma "más intangible", también en el equilibrio social y en la "limitación" del Estado de Derecho.


Respecto a las relaciones económicas con Aragón, Brunet ha recordado que Cataluña exporta a Aragón bienes por 11.500 millones de euros al año, frente a los 9.800 que exporta a toda Francia (con setenta veces más población) o los 5.000 a Valencia.


Pero además, ha recordado Coll, Cataluña y Aragón comparten los Pirineos, el Ebro, carreteras, historia y lengua , y por eso ha insistido en que deben de ser "los mejores socios".


Según un estudio elaborado por SCC, hasta el 60%de los flujos comerciales bilaterales de Cataluña podrían verse reducidos, y consecuentemente se prevé una bajada del empleo del 16 %, una disminución del PIB de entre el 12 y el 20 %, menos ingresos fiscales y aumento, por tanto, de los gastos públicos y del déficit y la deuda públicos.


SCC no ve factible que finalmente se produzca la secesión, porque el 70% del censo catalán no la comparte, según Brunet, pero ha advertido de que, de hacerse efectiva, se implantaría "un pasaporte y un visado" y Cataluña quedaría fuera de la Unión Europea.


Pero Coll también ha dicho que el secesionismo demuestra que existe un problema respecto al "proyecto común" de España, al que le falta "solidez" y ser "más inclusivo y atractivo".