Detenidos 15 anarquistas por preparar atentados como el de La Almudena en Madrid

De las 15 detenciones, 10 han sido en Madrid, dos en Palencia y tres en Barcelon

La Policía ha asestado este lunes el mayor golpe contra los anarcoterroristas al detener a quince supuestos miembros de los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), algunos de los cuales prepararon, según los investigadores, atentados como el de la Catedral de la Almudena).


A pesar de que en un primer momento se relacionaron estas detenciones con el atentado ocurrido en la Basílica del Pilar de Zaragoza, fuentes consultadas por HERALDO han descartado dicha vinculación.


De las 15 detenciones, 10 han sido en Madrid, dos en Palencia y tres en Barcelona. Además, se han registrado más de veinte inmuebles, entre ellos los principales centros sociales anarco-insurreccionalistas de la capital.


Algunos de los anarquistas, según han indicado fuentes de la investigación, pudieron preparar el atentado el 7 de febrero de 2013 en la Catedral madrileña de La Almudena.


Entre las acciones que se les atribuyen a algunos de los detenidos figuran un intento de acción para desestabilizar los actos de la coronación del rey Felipe VI el pasado junio, así como cuatro ataques a otras sucursales bancarias.


Las mismas fuentes han destacado que en la operación han caído los principales líderes de los GAC, tanto de su aparato político y de captación como de financiación, de propaganda y de acción directa.


Además de esas detenciones, catorce personas han sido arrestadas durante los registros por resistencia a la autoridad.


El 7 de febrero de 2013, el denominado Comando Insurreccional Mateo Morral asumió la colocación en la Catedral de la Almudena de un artefacto en una bolsa que no llegó a explotar.


La operación, que continúa abierta, está coordinada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.


En los registros, han indicado las mismas fuentes, los agentes se han incautado elementos para la fabricación de artefactos incendiarios, bombonas de cámping gas, pequeñas cantidades de droga, balanzas de precisión para preparar los estupefacientes y dinero en efectivo.


A los detenidos, algunos de ellos integrantes del grupo radical anarquista Bloque Negro (Black Block) de Madrid, se les imputa pertenencia a organización criminal con fines terroristas y podrían pasar a disposición de la Audiencia Nacional el miércoles.


Precisamente, en Granada, una de las provincias donde se ha desarrollado la operación, ha estado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, quien ha señalado que la Piñata continuaba abierta para evitar que el "terrorismo anarco" se expanda.


Ha recalcado que se trata de una operación más de la lucha contra "todos los tipos de terrorismo" realizada "con éxito" por agentes de la Policía Nacional, a los que Martínez ha felicitado.


El secretario de Estado ha explicado que en este caso se ha combatido a una organización que pretende "sembrar el terror en la población e imponer sus ideas", y ha recalcado que la lucha contra cualquier tipo de terrorismo incluye también los de corte anarquista.


"La Policía Nacional no ha cesado en sus investigaciones, en una labor preventiva para evitar que este tipo de grupos tengan un crecimiento o expansión con operaciones como ésta", ha apostillado.


Fuentes policiales han resaltado la importancia de la operación Piñata, una de las más importantes de este tipo llevadas a cabo por la Policía Nacional, que ya el 16 de diciembre de 2014 detuvo a once presuntos miembros de los GAC a los que se atribuyeron varios atentados con artefactos explosivos.


La operación practicada en Barcelona, Manresa, Sabadell y Madrid, y denominada Pandora, fue dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez, que finalmente ordenó cárcel sin fianza para siete de ellos y medidas cautelares para los demás.


Además de los atentados de la Almudena y el Pilar, grupúsculos anarquistas pudieron ser también los autores del envío, en meses anteriores, de varios paquetes con explosivos a personas relacionadas con la iglesia, entre ellos dos "consoladores", con explosivos, remitidos al arzobispo de Pamplona y al director de un colegio de Madrid, que explotó en Correos.