Inundaciones históricas

La acción del hombre agrava las consecuencias de las grandes riadas y puede ser su causa directa.

Crecida del Ebro en 1961 en Zaragoza
Inundaciones históricas
HERALDO

Las inundaciones son el fenómeno natural que tiene mayor impacto económico y social en España. Aunque la mayoría de ellas son consecuencia de precipitaciones abundantes y repentinas, la acción del hombre agrava sus efectos y es su causa directa en algunas ocasiones, como ha sucedido con la rotura de presas y la construcción de residencias en lugares poco apropiados. A continuación se repasan algunas de las inundaciones más graves en la historia de España.

Rotura del pantano de Puentes, en MurciaAunque varios informes alertaron sobre deficiencias en la construcción de este pantano, la obra siguió adelante. El 30 de abril de 1802, las puertas del pantano cedieron a la presión del agua e inundaron parte de la localidad de Lorca, causando al menos 608 víctimas mortales y casi 2.000 viviendas destruidas.

Catástrofe de RibadelagoLa rotura de la presa de Vega de Tera es otro ejemplo de las graves consecuencias que tiene la mala planificación de las obras. El 9 de enero de 1959, un muro se derrumbó y el agua inundó en minutos la localidad de Ribadelago, en Zamora, con un balance final de 144 fallecidos. La investigación posterior descubrió la mala calidad de los materiales utilizados en la construcción y la poco acertada ubicación de la presa.


Otros casos conocidos son la riada de Santa Teresa, la gran riada de Valencia, la avenida del 19 de octubre de 1973 o la Pantanada de Tous, todas con decenas y hasta cientos de personas fallecidas y heridas, además de graves daños materiales en las zonas afectadas.

En Aragón

Riada del campin Las Nieves de BiescasEl 7 de agosto de 1996, una intensa tormenta en la cabecera del barranco de Arás produjo una gran riada que arrasó el campin Las Nieves, situado junto a la desembocadura de las aguas torrenciales en el río Gállego. Murieron 87 personas y 183 resultaron heridas de diversa consideración, además de contabilizarse numerosos daños materiales.

Riada del Ebro en 1961Esta avenida no causó daños personales pero sí materiales y se considera la mayor crecida experimentada por el Ebro durante el siglo XX. Fue necesario desalojar a cientos de familias residentes en la margen izquierda del río y se tardó varios meses en resolver los problemas causados por el inmenso caudal.


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