El cuñado de Pujol asegura que no le consta que la "fortuna" de este sea por una herencia

Niega que los fondos vengan de Banca Catalana y descarta que Mas conociera las cuentas

Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, en una imagen de archivo.
El cuñado de Pujol asegura que no le consta que la "fortuna" de este sea por una herencia
Alberto Estévez/Efe

El abogado, cofundador de Banca Catalana y cuñado del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, Francesc Cabana, ha asegurado este lunes en el Parlament que no les consta ni a él ni a su esposa que "la fortuna" que la familia del expresidente catalán tenía en el extranjero provenga de una herencia o legado de su suegro, Florenci Pujol.


En su intervención en el Parlament ante la comisión de investigación del fraude, la evasión fiscal y la corrupción, ha subrayado que no sabe "de dónde sale" ese dinero, y ha explicado que el testamento que dejó su suegro no hablaba de cuentas corrientes en el extranjero.


"No nos consta claramente que venga de una herencia ni de un legado. Y lo digo en plural", ha reiterado, y ha descartado que esos fondos sean de Banca Catalana porque no hubo nunca ninguna operación corrupta ni nadie que se sirviese de la entidad para su provecho personal.


Preguntado sobre si cree que el actual presidente de la Generalitat, Artur Mas, pudo tener conocimiento de la existencia de esas cuentas, lo ha descartado alegando que ni siquiera ellos lo sabían aun siendo las personas más próximas a Pujol: "Si nosotros no sabíamos nada, nadie mas sabia nada. Empezando por Mas y acabando por el portero de su casa".


Tras relatar cómo era la relación con su cuñado y explicar que cuando les visitaba Pujol nunca hablaba de él, Cabana ha repasado cómo fueron los acontecimientos los días previos a la confesión del expresidente de la Generalitat y ha remarcado que jamás se habían "olido" que pudiera tener fondos al extranjero.


Ha explicado incluso que un año antes él y su esposa habían tenido problemas económicos por una inspección de Hacienda por la que debían pagar 70.000 euros, y ha revelado que cuando se lo comentaron a su cuñado "ni movió las cejas", lo que les llevó a pensar que no tenía el dinero para ayudarles.


Tres días antes de hacer público el comunicado reconociendo la existencia de cuentas en el extranjero, Jordi Pujol visitó a su hermana y su cuñado y les explicó lo sucedido: "Hubiera puesto la mano en el fuego por él porque era un hombre que no se preocupaba del dinero. Le tenías que dar veinte duros para pagar una cerveza y un café".


Cabana ha explicado que cuando Pujol le confesó el patrimonio oculto de la familia tuvo tres sentimientos: de 'incredulidad' --no se lo podía creer--, de 'indignación' --"no hay derecho", pensó-- y de compasión, porque le dijo que tenía abiertas las puertas de su casa para lo que necesitara.


"El primer 'pujolista' del país era yo hasta el día de San Jaime", ha sentenciado, en alusión a que el expresidente Pujol confesó su patrimonio oculto con un comunicado a la prensa que envió el 25 de julio de 2014, día de San Jaime.

Relación con los sobrinos


Por el contrario, ha dicho que los hijos de Pujol --sus sobrinos-- sí llevaban un tren de vida elevado, y se ha referido al hecho de que el primogénito del expresidente, Jordi Pujol Ferrusola, tenga coches de alta gama: "Ir con un Ferrari por el mundo es reírse de la gente que pasa hambre".


Cabana se ha desvinculado del día a día de la familia Pujol, asegurando que solo tenía contacto con el expresidente y Marta Ferrusola y no con sus sobrinos, y ha expuesto que en "veinte años" recibieron varias visita del matrimonio pero nunca acudieron al domicilio familiar de los Pujol.


En su intervención ante la comisión de investigación ha ironizado sobre su relación con sus sobrinos: "Pere Pujol --uno de los hijos del expresidente-- es mi ahijado, lo veo muy poco y no me felicita ni el santo".Dinero para Tarradellas


Preguntado sobre si el origen de la fortuna de la familia Pujol-Ferrusola podía ser la venta de acciones de Banca Catalana, ha negado esa posibilidad, y ha subrayado que Jordi Pujol las donó a Fundación Catalana después de haber ofrecido su compra al resto de principales accionistas del banco sin que éstos quisieran comprarlas.


"Pujol no tenía ni una acción de Banca Catalana, no recuerdo si su mujer e hijos tenían alguna, pero poca cosa debía ser", ha apuntado, y ha recordado que él controló la venta de acciones del banco hasta 1982 y por aquél entonces el expresidente de la Generalitat no tenía acciones.


Además Cabana ha negado que tuvieran participación de ningún banco andorrano y ha defendido que nadie del Consejo de Administración de la entidad financiera vendió acciones para enriquecerse porque todos tenían situaciones económicas cómodas: "A los consejeros de Banca Catalana no les venía de un millón".


Ha remarcado que los inspectores del Banco de España han analizado a fondo los movimientos de Banca Catalana, lo que imposibilita, ha dicho, que existiera una 'caja B' o que se repartieran dividendos sin la autorización del Banco de España.


Sin embargo, sí ha reconocido que desde la entidad hicieron "evasión de capitales" para enviarle dinero a Perpignan (Francia) al presidente de la Generalitat en el exilio Josep Tarradellas, aunque ha asegurado que no se trataba de mucho dinero.