Proyecto Esperanza asegura que perseguir a los clientes no resuelve de el problema

Reclaman más protección en los derechos de las mujeres en situación de inmigración irregular.

La coordinadora de Proyecto Esperanza, Marta González, afirma que la presión policial "insoportable" que el Ministerio del Interior ha anunciado para los clientes de la prostitución, "no resuelve de por sí" el problema de la trata de personas con fines de explotación sexual y reivindica un mayor esfuerzo tanto en la detección e identificación de las víctimas como en su protección posterior.


En declaraciones, González ha planteado además que "hay muchas situaciones de trata que están en prostíbulos, pisos de carretera y, cada vez más, en pisos particulares" y que, por tanto, es "invisible". Por eso, opina que "más allá de la presión policial sobre los clientes, lo principal es adoptar un enfoque de Derechos Humanos y prevención centrada en la protección de la víctima".


"Nos preocupa también que esta presión contra los clientes está amparada por la Ley de seguridad ciudadana (en trámite parlamentario) que prevé la posibilidad de multar a clientes, pero salvo cambio de última hora en el Senado, también de sancionar a las personas que ejerzan la prostitución en determinados lugares vedados cuando son apercibidas por la policía para que abandonen el lugar y persisten", recuerda González.


En este sentido, incide en que cuando se trata de víctimas de trata, las mujeres "ni siquiera deciden o eligen el lugar" en el que se ponen y al final, van a ser también perseguida. "Ese aspecto nos preocupa mucho. Hemos hecho mucha incidencia pero de momento, no hemos logrado que lo cambien. Es una revictimización de una mujer en una situación ya de por sí muy vulnerable", comenta.


Para Proyecto Esperanza, "una cosa es la actuación en general frente al fenómeno de la prostitución, que es muy amplio y no en todos los casos es trata y otra lo que es en sí la trata". "La clave es el enfoque de Derechos Humanos y centrado en la víctima, profundizar muchísimo en la prevención, protección y en la identificación", explica.


En su opinión, es necesario "un enfoque mucho más de protección de sus derechos que de lucha contra la inmigración irregular", ya que "es lo que ha venido primando y ha provocado que en ocasiones no se llegue a identificar a víctimas de trata, que permanecen muchas veces ocultas y tienen mucho miedo a entrar en contacto con las autoridades".