Pujol, su esposa y tres de sus hijos declaran ante el juez por su fortuna oculta en el extranjero

El expresidente catalán y Marta Ferrusola llegaron al juzgado escoltados y entre gritos de "ladrones".

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol y su esposa, Marta Ferrusola, han llegado al juzgado, donde están citados a declarar como imputados, custodiados por un amplio dispositivo integrado por agentes de paisano y de orden público de los Mossos, y entre protestas y gritos de "ladrón".


El expresidente catalán, su esposa y sus hijos Marta, Mireia y Pere están citados a declarar como imputados por fraude fiscal y blanqueo de capitales ante la titular del juzgado de instrucción número 31 de Barcelona, que investiga el origen de la fortuna que la familia ocultó durante más de treinta años en el extranjero.


La declaración de los Pujol en la Ciutat de la Justicia de Barcelona, edificio cuya construcción se planificó durante el mandato del expresidente de CiU al frente de la Generalitat, ha levantado una gran expectación mediática, con decenas de periodistas y cámaras apostados desde antes de las 8.00 de la mañana en ambas entradas del recinto judicial.


En los dos accesos, los Mossos d'Esquadra han habilitado esta mañana un pasillo, protegido con vallas de seguridad, para facilitar la entrada de los Pujol.


Instantes antes de la llegada del matrimonio Pujol-Ferrusola, más de veinte agentes de la unidad de Recursos Operativos de los Mossos d'Esquadra (ARRO), dedicada a garantizar el orden público, han formado una barrera humana en el pasillo por el que debían entrar los imputados.


Pujol y Marta Ferrusola han llegado a la entrada principal de la Ciutat de la Justicia hacia las 9.35 horas en un turismo que utilizan habitualmente cuando van escoltados, de color gris.


En cuanto ha bajado del coche, el matrimonio ha sido recibido con gritos de protestas de funcionarios y espontáneos que se habían concentrado a las puertas de la Ciutat de la Justicia, y han avanzado por el pasillo habilitado por la policía seguidos por un manifestante que enarbolaba un cartel con la frase "Váyase a la mierda, familia Pujol".


La frase de ese cartel hace referencia a un comentario despectivo que Marta Ferrusola dedicó hace unos meses a los periodistas que montaban guardia a las puertas de su casa en Barcelona tras la confesión de Jordi Pujol, a los que despachó con un "váyase a la mierda" y por el que pidió disculpas al día siguiente.


En su recorrido hasta el interior de la Ciutat de la Justicia, en el que han caminado escoltados por agentes de paisano de los Mossos d'Esquadra, los Pujol han tenido que escuchar numerosos gritos de "ladrones", además de insultos, y aguantar las atronadoras bocinas que han hecho sonar algunos grupos de funcionarios.


Los improperios al matrimonio Pujol procedían no solo de funcionarios de justicia que se habían organizado para dar un recibimiento entre protestas a los imputados, sino también de usuarios de la Ciutat de la Justicia que, al toparse con ellos, reaccionaban espontáneamente abucheándoles.


Los organizadores de la protesta habían imprimido, además, falsos billetes de 500 euros con el rostro sonriente de Jordi Pujol emitidos por el Banco de Andorra, y con un símbolo de "stop ladrones".

Algunos de ellos han arrojado varios de esos billetes a Cristóbal Martell, abogado de los Pujol que ha llegado a la Ciutat de la Justicia 45 minutos antes.


Una vez en el interior del edificio judicial, los Pujol han subido en un ascensor interno de la Ciutat de la Justicia hasta la sala de vistas de la segunda planta del edificio, en la que tendrá lugar su comparecencia.