El ministro español del Interior, Jorge Fernández Díaz, comprobó en Senegal la eficacia del dispositivo Frontex llevado a cabo en este país por agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil para prevenir la emigración ilegal hacia España.

Fernández Díaz, que emprendió en Dakar una gira que lo llevará también a Mauritania, se reunió con los responsables senegaleses y españoles de este dispositivo europeo, que ha eliminado por completo la salida de los "cayucos" con emigrantes desde algún punto de los 720 kilómetros de litoral senegalés.

En el año 2006, "pico" de la crisis de los cayucos, llegaron a las costas españolas de las islas Canarias 599 barcas, que trasladaban a 31.836 emigrantes indocumentados. Gracias al Frontex, no se ha registrado ninguna salida ilegal desde estas costas desde el año 2011.

Frontex, nombre abreviado de la Agencia Europea de control de Fronteras Exteriores, es asegurado en Senegal enteramente por España, con un helicóptero de la Policía Nacional y dos patrulleras que controlan permanentemente las costas del país y tienen desde hace tres años un efecto principalmente disuasorio.

El general de la Marina senegalesa, Cheikh Baba Cissoko, subrayó ante Fernández Díaz los "excelentes resultados" de Frontex desde su instalación en Senegal a fines de 2006 y recalcó que "quienes ahora quieren emigrar ilegalmente, se van a otros países".

Efectivamente, en 2014 se produjeron en las islas Canarias 435 entradas ilegales de emigrantes que llegaron a bordo de 25 embarcaciones, según cifras del Centro de Coordinación de Las Palmas, pero ninguna de ellas había salido de Senegal ni tampoco de Mauritania, por lo que lo más probable es que lo hicieran desde las costas de Marruecos.

En Senegal, hay 20.000 cayucos que se usan para la pesca artesanal (de la que viven 600.000 personas), por lo que el control de su actividad para impedir que puedan ser "desviados" para fines de emigración ilegal es constante.

Fuentes de Frontex en Senegal observaron que, aunque el flujo de cayucos haya desaparecido, no se puede bajar la guardia porque las redes de la emigración ilegal están en constante cambio y se adaptan inmediatamente a lo que consideran circunstancias "favorables"; y por ello la desaparición del dispositivo significaría una inmediata vuelta de los cayucos.

Fernández Díaz recalcó ante sus interlocutores (los generales jefes de la Marina y del Ejército del Aire) y ante los agentes de Frontex el "importantísimo papel" que cumplen para la seguridad y la estabilidad de España.

Ante el general jefe de la Marina, Fernández Díaz subrayó: "Senegal es un aliado estratégico para nuestra seguridad; somos conscientes del esfuerzo y la ayuda determinantes que nos brinda este país".

"Estamos listos para dar el salto hacia la lucha (conjunta) contra la criminalidad organizada y el terrorismo internacional", dijo además el ministro a su interlocutor, recalcando así que este viaje tiene dos focos importantes: el control de la emigración pero también el combate al yihadismo y el terrorismo internacional.

El ministro español inspeccionó el helicóptero de la Policía Nacional que prácticamente a diario sobrevuela las costas senegalesas, además del buque Río Tajo que sirve para patrullar esas mismas aguas desde el mar.

Los senegaleses aprovecharon para solicitar al ministro español más ayuda logística en forma financiera o de formación de personal, sin mencionar el hecho de que uno de sus helicópteros y dos de sus patrulleras ya son donados por España.