​La música cesa en la 'rave' tras cinco días de fiesta

64 agentes han identificado a los asistentes y realizado controles de tráfico, alcoholemia y droga.

La fiesta ilegal 'rave' que desde Nochevieja ha reunido a unas 3.000 personas en el aeródromo de Benagéber (Valencia) ha apagado este mediodía la música que ha sonado en los últimos cinco días y han comenzado las labores de limpieza y el desmantelamiento de las instalaciones.


Así lo han asegurado fuentes de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana, poco después de que el delegado, Serafín Castellano, hubiese confirmado a los medios de comunicación que todavía quedaban en el recinto unas doscientas personas y uno de sus tres escenarios estaba sin desmantelar.


Castellano ha explicado que, tras haber "contactado por enésima vez" con el organizador de la fiesta ilegal de música electrónica, la previsión es que este lunes quede totalmente desmantelada.


"En estos momentos habrá unas doscientas personas, pero se estaban haciendo las labores de desmantelamiento del último escenario y de todos los elementos que había en la fiesta; por lo tanto, la previsión es que esté totalmente desmantelado hoy", ha afirmado.


Según ha indicado, durante los cinco días que ha durado la fiesta la Guardia Civil ha organizado un dispositivo con 64 agentes cada día, que han identificado a los asistentes y realizado controles de tráfico, alcoholemia y drogas, que se mantendrá operativo hasta la clausura total.


En concreto, ha asegurado que hasta esta mañana se han inspeccionado 405 vehículos, se han identificado a 1.341 personas y se han levantado 42 actas por diferentes tipos de infracciones, entre ellas 18 por tenencia de drogas y 6 por tenencia de armas.


Además, se han realizado 139 controles de alcoholemia, de los que tan sólo uno ha dado positivo, mientras que de los controles realizados de droga, ha habido nueve positivos y cinco negativos.


"La Guardia Civil ha hecho un gran trabajo para que no hubiera incidentes ni accidentes y que el desmantelamiento, aunque ha sido progresivo y lento, se hiciera con seguridad", ha apuntado.


El delegado ha explicado que ahora se harán las diligencias e informes por parte de la Guardia Civil, que "se trasladarán donde corresponde para que se abran expedientes sancionadores, y las medidas desde un punto de vista administrativo o judicial que correspondan".


Castellano ha manifestado que el organizador de la fiesta podría haber montado otra similar en la cementera de Buñol hace unos años y ha dicho que la mayoría de los participantes en la fiesta de Benagéber eran extranjeros "de seis o siete países" diferentes, aunque también había españoles.


Según el delegado, el organizador había sido advertido en diferentes ocasiones desde el primer día de que debía desmantelar la fiesta y, por lo tanto, "deberá atenerse a las consecuencias de la desobediencia a la autoridad".


La fiesta ha incumplido desde el punto de vista administrativo la Ley de Espectáculos de la Generalitat por carecer de autorización y no disponer de las medidas de seguridad que conlleva una celebración de esas características y que se contemplan en esta normativa.


"Veremos si desde el punto de vista judicial hay alguna responsabilidad, porque se forzó algún tipo de cadena y puerta y hay algunos daños", ha explicado el delegado, además de advertir de las posibles infracciones medioambientales que se hubieran podido cometer.


Según Castellano, en este tipo de casos "hay que ser ejemplar", no sólo porque la fiesta era ilegal, sino porque "en este caso puede que haya reiteración y hay un peligro potencial de hacer fiesta sin las condiciones de seguridad que prevé la ley para evitar cualquier tipo de incidentes".


El delegado del Gobierno ha confirmado que durante la celebración de la fiesta y durante el inicio del desmantelamiento de las instalaciones no se ha producido "incidentes ni ninguna desgracia".