PSOE Y PP se enfrentan por la contundencia ante la corrupción a raíz del caso de los ERE

El PSOE y el PP se han enzarzado este viernes en un cruce de declaraciones sobre la contundencia ante la corrupción a raíz de la decisión del Tribunal Supremo de aceptar hacerse cargo de la parte del sumario del caso de los ERE que afecta a los expresidentes andaluces Manuel Chaves y José Antonio Griñán.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado que a su partido "no le va a temblar el pulso y que actuará con la máxima contundencia" a partir de lo que diga el Tribunal Supremo sobre los expresidentes de la Junta de Andalucía, mientras que los populares le piden que aplique a su partido "la medicina que pide a los demás".

Sánchez ha subrayado que Chaves y Griñán "ya habían pedido comparecer para explicar los hechos" y ha reclamado que se respete la presunción de inocencia, se deje actuar a la justicia y que haya claridad.

"A partir de lo que diga la justicia al PSOE no le va a temblar el pulso y actuará con la máxima contundencia", ha indicado.

La presidenta federal del PSOE, Micaela Navarro, ha mostrado su "confianza plena y absoluta" en Griñán y Chaves y ha recordado que no están imputados, sino que es "un procedimiento previo de investigación por parte del Tribunal Supremo".

Ha abogado por "no adelantar los acontecimientos" sobre si deben dimitir si son imputados y ha dicho que comparte la posición de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, que señaló que deberían entregar el acta de parlamentarios si se produce la imputación.

En ese sentido, el vicepresidente del Tribunal Supremo, Ángel Juanes, sostiene que, de producirse su imputación no significaría que el juez aprecie indicios o pruebas de culpabilidad, sino que debería interpretarse como "una garantía" para las personas citadas.

Sin embargo, en su opinión "lo más probable" es que si Griñán y Chaves son citados, se les cite como imputados.

La senadora socialista Mar Moreno se ha personado ya ante el Tribunal Supremo, algo que también harán a partir de la semana que viene los dos expresidentes y los otros dos aforados, los diputados Gaspar Zarrías y José Antonio Viera.

Desde la Junta de Andalucía, el consejero de Justicia, Emilio de Llera, se ha referido a este extremo para asegurar que irán a declarar "de parte", pero no como imputados, ya que la ley de enjuiciamiento criminal lo permite.

De Llera ha añadido que un senador o un diputado "no están de verdad imputados mientras no se obtenga previamente la autorización de la Cámara al suplicatorio".

El Gobierno andaluz, en palabras de su consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, valora que declaren voluntariamente y cree en "la honradez de estos dos expresidentes que han hecho un gran trabajo en Andalucía".

El Gobierno central se ha limitado a expresar su respeto a los procedimientos judiciales y a la presunción de inocencia de los socialistas mientras no exista una sentencia que les declare culpables, según su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Por su parte, el vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, ha achacado que el PSOE no firmara el pacto anticorrupción a que no podía porque tenía en el "armario judicial" los "esqueletos" de los expresidentes andaluces.

Ha reclamado a los socialistas que asuman "su responsabilidad política con lo que ha ocurrido con los ERE" y ha dicho que le gustaría ver a la presidenta andaluza, Susana Díaz, personándose en el Supremo "como Junta de Andalucía que ha sido perjudicada".

A juicio de los populares, Pedro Sánchez "tendría que aplicar la medicina que pide a los demás con su propio partido", ya que "en Andalucía ha desaparecido dinero a sacos destinado a los parados" y ello ha sido "protagonizado" por el PSOE.

El portavoz adjunto del PP en el Congreso, Rafael Hernando, ha criticado la "doble vara de medir" del PSOE sobre la presunción de inocencia y ha criticado que los socialistas "cuando hay casos que afectan a personas del PP de presunción de culpabilidad, los dan por culpables y con la carta de ejecución", mientras que al tratarse de ellos todos tienen que respetarla.

En Andalucía, los populares consideran que a Díaz le tiembla el pulso porque su pasado está "indisolublemente" unido al de sus "padrinos políticos", según ha dicho la secretaria general, Dolores López.

El coordinador federal de IU, Cayo Lara, ha negado que su formación esté gobernando en Andalucía con un "Gobierno corrupto" y ha dicho que "otra cosa es que los gobiernos anteriores sean los responsables de los ERE".