La Policía recogió 170 muestras de restos biológicos en el piso del presunto pederasta

El informe de la Policía Científica sobre las muestras recogidas en el piso de la madrileña calle Santa Virgilia, donde el presunto pederasta de Ciudad Lineal, detenido en Santander, habría cometido dos de las agresiones sexuales que se le atribuyen, incluye un total de 170 restos biológicos, han informado a Europa Press fuentes próximas al caso. 

El pasado 26 de septiembre, los agentes recogieron durante un exhaustivo registro que se alargó durante trece horas diversos vestigios como prueba de una posible incriminación. Las muestras se tomaron de distintos puntos de la casa, desde tuberías hasta la propia pared, con especial atención en el cuarto de baño. 

Entre las pruebas, podría haber restos de vómito de una de las niñas que aseguró en su declaración que había vomitado en la vivienda donde fue agredida sexualmente. En este caso, los jugos gástricos acabarían con el ADN. Fuentes consultadas por Europa Press aseguran que sería difícil que se hallasen restos de vómito, dado que esa casa se habría limpiado. 

Antonio Ortiz estaba en la época en la que se le atribuyen las agresiones sexuales pintando la vivienda, por lo que las paredes y los muebles estaban cubiertos con sábanas. La limpiadora de la madre del presunto agresor solía acudir a la casa para limpiar después de cada día de trabajo de los obreros.Dos agresiones sexuales

En esta vivienda se habrían cometido dos agresiones sexuales contra dos niñas de 6 y 9 años, según las fuentes consultadas. Una de ellas se habría producido el 10 de abril a las 20.40 horas. La víctima reconoció a Antonio con dudas en la rueda de reconocimiento, así como dos testigos menores. 

La niña, que fue supuestamente trasladada a la vivienda en un coche Toyota, siempre ha dicho que la puerta de la casa era blanca, a pesar de que la entrada de la vivienda cuenta con una puerta marrón. La identificada corresponde al acceso del trastero, pero la pequeña dice que entró por el portal de la casa. Además, no reconoció el piso cuando se le exhibió una infografía que recrea los espacios de la misma. 

Sin embargo, la pequeña podría haber sido drogada, por lo que pudiera ser que tenga cierta confusión sobre las cosas vistas aquella tarde. En el sumario consta que el método para drogar a las pequeñas podría haber sido a través de golosinas a las que se habrían inyectado orfidal. 

Sobre estos hechos, existe un informe de ADN, pero consta que no coincide con el perfil genético de ninguno de los incluidos en la base de datos de la Policía. No obstante, las mismas fuentes han señalado que puede que en 1993 --cuando Antonio Ortiz fue condenado por una agresión sexual-- no se incluyera el ADN en este fichero. 

El informe está ya sobre la mesa de la jueza María Antonia de Torres, al frente del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid. La magistrada está a la espera de recibir el informe sobre los resultados de estas muestras, algo que podría tardar un mes. 

Hasta ahora, se han realizado un total de nueve reconocimientos. Un total de tres dieron positivos, mientras que otros fueron dudosos. Por ahora, faltan dos menores por declarar y por enfrentarse a las ruedas de identificación. No lo harán hasta que el Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid se inhiba de estos hechos a favor de la jueza De Torres.