Sánchez anuncia que se presentará a las primarias

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha anunciado este miércoles que se presentará a las primarias abiertas que tiene previsto celebrar su partido el 26 de julio de 2015 para elegir al candidato a las próximas elecciones generales, unos comicios que cree que el presidente del Gobierno no va a adelantar. 

Así lo ha señalado el nuevo líder de los socialistas en una entrevista en Antena 3, en la que ha defendido la decisión de su partido de aplazar la elección del próximo cartel a la Presidencia del Gobierno al próximo año. 

Tal y como ha recordado, fue nombrado secretario general "hace poco más de un mes", en un proceso en el que según ha dicho, no contó con el apoyo de los expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, aunque ha dicho tener el consejo de este último; ni de su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba. Preguntado por si tuvo la ayuda de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, ha destacado que tienen una "buena relación" y que fue "neutral" en el proceso. 

Sánchez --que en la campaña por la Secretaría General del PSOE se sumó a la fecha de noviembre de este año tal y como había fijado la anterior dirección-- ha explicado que "lo mejor" que puede hacer ahora por su partido y los votantes socialistas es dedicarse a trabajar por "un PSOE fuerte, unido y con posibilidades de gobernar en 2015". 

"Primarias va a haber, las va a haber en julio y, ya le digo, me voy a presentar", ha asegurado el nuevo secretario general, que hasta ahora no había sido tan contundente en público sobre sus intenciones. 

Además, ha desvinculado esta decisión del resultado de las autonómicas y municipales de mayo de 2015 y, en concreto, así lo ha dicho cuando se le ha preguntado acerca de si descartaría presentarse a las primarias en el caso de que el PSOE saque menos votos que Podemos en estos comicios. 

"No, yo me voy a presentar a esas primarias y lo que voy a construir es un proyecto ganador para las elecciones autonómicas y municipales y luego para España", ha asegurado. 

Preguntado por si no teme que el presidente del Gobierno adelante las elecciones para hacerlas coincidir con las autonómicas y municipales del próximo mes de mayo, antes de que los socialistas celebren sus primarias, Sánchez ha apuntado que no cree que Rajoy sea "amigo de grandes sorpresas". "Creo que el presidente, y lo ha dicho públicamente, no estoy descubriendo nada nuevo, quiere agotar la legislatura y creo que va a ser así", ha añadido. 

El nuevo líder de los socialistas ha rechazado comparaciones con su antecesor en la Secretaría General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con el presidente José Luis Zapatero --"Mi modelo (para España) es el modelo de Pedro Sánchez", ha dicho-- y ha afirmado que pretende poner en marcha un proceso reformista en el que se va a hablar "muy poco del pasado y mucho" de lo que les queda "por hacer". 

Eso sí, preguntado previamente por las medidas que tomó Zapatero en mayo de 2010, Sánchez ha hecho hincapié en que sirvieron para salvar a España de un rescate. En todo caso, ha reconocido que en la anterior legislatura hubo aciertos pero "también errores" y entre ellos ha citado el de "no afrontar un proceso de reforma fiscal". 

Según ha dicho, si ganan las próximas elecciones generales, el PSOE hará una reforma para aliviar la carga impositiva a las clases medias trabajadoras, perseguir el "gran fraude fiscal" y acabar con las amnistías fiscales. "Si llegamos al Gobierno, no va a haber ninguna amnistía fiscal", ha garantizado. 

Sánchez ha sido muy crítico con las medidas de austeridad del Gobierno de Rajoy y las ha diferenciado de las que están tomando otros Ejecutivos socialistas en Europa. En concreto, ha elogiado al primer ministro italiano, Mateo Renzzi, por su "impulso reformista" y porque "frenó el populismo de Beppe Grillo"; y al presidente François Hollande, porque, según ha dicho, ha excluido la sanidad y la educación de los ajustes.

Por otra parte, Sánchez también ha defendido que España debería estar en la coalición internacional formada por diez países --entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Francia-- para luchar contra el Estado Islámico en Irak y Siria. 

A su juicio, el Gobierno "no puede permanecer ajeno a esa coalición política". Aunque ha recalcado que el apoyo no debería consistir en "mandar tropas" a Irak, ha defendido que el Ejecutivo "tiene que involucrarse" porque "al final" se trata de "la seguridad de todos".