Juzgan el miércoles al etarra Carasatorre por el asesinato de un policía nacional en 1995

El acusado también ha sido condenado por otros atentados terroristas del mismo año.

El etarra Juan Ramón Carasatorre, el pasado miércoles en la Audiencia Nacional.
Juzgan el miércoles al etarra Carasatorre por el asesinato de un policía nacional en 1995
EFE

La Audiencia Nacional juzgará el próximo miércoles al etarra Juan Ramón Carasatorre Aldaz, que se enfrenta a una petición del fiscal de 30 años de cárcel por participar en el asesinato del inspector del Cuerpo Nacional de Policía Enrique Nieto Viyella, que se produjo el 9 de mayo de 1995 en San Sebastián. 


En su escrito provisional de acusación, el fiscal Daniel Campos atribuye al etarra, ya condenado por otros actos de terrorismo, un delito de asesinato y dos de utilización ilegítima de vehículo de motor en relación con el robo de una motocicleta que utilizaron para cometer el atentado y otra que sustrajeron en una anterior tentativa. 


En la acción terrorista, según el representante del Ministerio Público, participaron tanto Carasatorre como sus compañeros del 'comando Donosti' Javier García Gaztelu, 'Txapote', y Valentín Lasarte, que fue el encargado de realizar los disparos cuando el agente salía del portal de su domicilio, en la calle Sancho el Sabio de la capital donostiarra. 


Carasatorre ha sido condenado por otros atentados terroristas, entre ellos el que costó la vida al brigada del Ejército Mariano de Juan Santamaría, que se produjo el 10 de abril de 1995 en las proximidades del cuartel donostiarra de Loyola, por el que se le impusieron en junio pasado treinta años y medio de cárcel.

Atentado contra la televisión vasca

Además, el lunes será juzgada Ohiana Mardaras Orueta, a la que se atribuyen cinco delitos terroristas por pertenecer al 'comando Baskatu' de ETA y participar en el atentado contra la sede de la Radio Televisión Pública Vasca EiTB, en la calle Capuchinos de Bilbao, que se produjo el 31 de diciembre de 2008. 


La procesada está acusada de robar una furgoneta junto al también etarra Ibai Beobide, secuestrar a su conductor y hacerla explotar frente al edificio de la EITB, que sufrió unos daños valorados en 5,05 millones de euros.