El clan Pujol intenta esquivar a la prensa encerrándose en las numerosas casas que tiene en el Pirineo catalán. Al único que se ha visto en las últimas horas es a su hijo Oriol Pujol abandonando a toda prisa uno de esos domicilios familiares. Desde que saltase el escándalo del dinero oculto en el extranjero de los Pujol, toda la familia intenta pasar desapercibida.

El piso de Jordi Pujol está vacío y en su despacho del Paseo de Gracia no hay ni rastro del expresidente de la Generalitat desde la semana pasada. Un despacho en el que aunque no haya ningún cartel identificativo es la sede de la Fundación que lleva su nombre, el Centro de Estudios Jordi Pujol.

Dedicado al fomento de la ética y los valores políticos, que recibió 150.000 euros en subvenciones de la Generalitat entre 2011 y 2013. De momento, la Fundación ha suspendido todas sus actividades y 6 conferencias de Jordi Pujol.