Las víctimas piden ayuda al Congreso para construir el relato verídico de ETA

La presidenta de la fundación de víctimas pide "que sea fiel y no justifique la violencia".

Las presidentas de las asociaciones de terrorismo en el Senado
Las presidentas de las asociaciones de terrorismo en el Senado

Un relato de cincuenta años de atentados de ETA que sea fiel a lo sucedido y que no justifique la violencia. Es la petición que este viernes la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, ha lanzado en el Congreso de los Diputados en nombre de todas ellas.


Blanco se ha dirigido este viernes a los diputados y otras autoridades en la Cámara Baja que, por primera vez, ha dado voz a las víctimas en el acto solemne de homenaje que desde 2010 se celebra en el Congreso cada 27 de junio en recuerdo de la primera víctima de ETA en 1960, la niña Begoña Urroz.


"Les pido ayuda y colaboración para contar la verdad", ha destacado Blanco en la sala Ernest Lluch ante el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, uno los candidatos a sucederle, Eduardo Madina, los portavoces de los grupos parlamentarios y los consejeros de Interior del País Vasco y Cataluña, entre otros.


En presencia de todos ellos, del presidente del Congreso, Jesús Posada, y de muchas víctimas como las de la AVT, ha querido aprovechar el comienzo de su discurso para expresar "en la casa de todos los españoles" el "profundo malestar" por la presencia en la Cámara de una formación política, Amaiur, "que no ha sido capaz de condenar el terrorismo, pedir la disolución de ETA y pedir perdón".


Tras estas palabras, la presidenta de la Fundación ha recordado las palabras del Rey Felipe VI en su discurso de proclamación y el apoyo "incondicional" y "sacrificio permanente" de las fuerzas de seguridad, al tiempo que ha apelado a que nunca se olvide a las víctimas pues estas lo son "para toda la vida".


Por todo, ha pedido a los diputados que impongan el "discurso de la verdad" y que no se acomode la idea de que "sin atentados ya todo es posible", porque permitirlo no sólo sería injusto, sino que además consentiría "un relato justificativo de la violencia".

"Ningún objetivo puede justificar el uso de la violencia. La batalla contra el violento siempre ha de ser dentro del Estado de Derecho", ha hecho hincapié Mari Mar Blanco, antes de señalar la necesidad de que en todas las instituciones y foros, sean nacionales o internacionales, cale esta idea.


De que no se está "en deuda" con los terroristas y "no se va a pagar precio político alguno", pues la obligación de los terroristas es desaparecer, pedir perdón por sus crímenes y colaborar con la justicia para resolver los cientos de asesinatos que quedan por esclarecer, ha añadido Blanco.


Y ha apostillado con un deseo: "Que en la casa de la soberanía nacional, defensa de la libertad, no se apague nunca la voz de la justicia y la dignidad".


Unas palabras que ha recogido Posada, quien ha reafirmado el compromiso de las Cortes "siempre firmes en la defensa de la libertad, democracia y valores constitucionales", que seguirán celebrando este homenaje y que ha concluido con un minuto de silencio.


Una de las ausencias más destacadas ha sido la de la presidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, quien pese a tener un sitio reservado en la tribuna de la sala junto a Posada, Blanco y Pedraza finalmente no ha acudido al acto por motivos personales.


Precisamente, al término del acto, varias víctimas del 11M han reprochado a Blanco que sólo se haya referido a los crímenes de ETA en el discurso que ha pronunciado y no haya hecho una mención expresa a las víctimas de los atentados islamistas de 2004.


"Nos han hecho una encerrona porque solamente es ETA" y "estamos indignados porque el 11M aquí ni siquiera se ha mencionado. Quieren que el 11M desaparezca y no va a desaparecer", decía en declaraciones a los periodistas Amparo Imedio, una de las víctimas de los atentados de Madrid, que ha asistido al homenaje en la Cámara Baja.