Violentos incidentes tras una manifestación en Barcelona

Los Mossos d'Esquadra han realizado varias detenciones a lo largo de la tarde.

Un grupo de encapuchados durante los violentos incidentes registrados al término de la manifestación.
Violentos incidentes tras la manifestación de protesta

Un grupo de encapuchados ha protagonizado violentos incidentes al término de la manifestación convocada este lunes en el barrio de Sants de Barcelona para protestar contra el desalojo y posterior derribo del inmueble de Can Vies, que llevaba 17 años "okupado".


Los Mossos d'Esquadra han practicado varias detenciones por estos incidentes violentos, según han informado fuentes de la policía catalana.


Poco después de que terminara la manifestación, en la que han participado varios centenares de personas y que ha transcurrido entre la plaza de Sants y la estación de ferrocarril del mismo nombre, un grupo de encapuchados vestidos de negro ha irrumpido en la zona y han empezado a lanzar botellas contra los periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión que cubrían la información.


En la confluencia de la calle Joan Güell con la plaza de Sants, los encapuchados han quemado una unidad móvil de TV3, que ha resultado prácticamente destruida antes de que los bomberos pudieran sofocar las llamas.


Los grupos violentos se han dispersado por diferentes calles del barrio y han atravesado y quemado numerosos contenedores, han roto cristales de diversos comercios y entidades bancarias y han causado daños en mobiliario urbano, principalmente cabinas telefónicas y paradas de autobús.


Varias decenas de las unidades antidisturbios de los Mossos d'Esquadra se han desplegado por diferentes calles del barrio para dispersar a los alborotadores.


La manifestación había sido convocada para protestar por el desalojo del inmueble de Can Vies, que ha comenzado a ser derribado minutos después de acabar la operación policial en la que doce jóvenes han sido sacados por la fuerza del interior de la casa, donde seis de ellos se habían atrincherado o encadenado.


El desalojo de este histórico inmueble, que desde 1925 pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), ha comenzado a las 13:00 horas de este lunes con un fuerte dispositivo policial de unidades antidisturbios, un helicóptero y una gran grúa que ha sido utilizada para desalojar a dos de los ocupantes que estaban en una terraza blindada con redes en la torre de la casa.


Aunque no se han producido detenciones durante el desalojo, seis de los jóvenes han sido denunciados por la policía por un delito de desobediencia porque "se han resistido activamente al desalojo", algunos encadenándose, metiendo los brazos en tubos o atrincherándose tras una pared de hormigón protegida por otra hecha con bombonas de butano.


Decenas de personas, entre ellas el diputado de la CUP David Fernández se han concentrado en la plaza de Sants en protesta por el desalojo y han cortado durante horas el tráfico en la carretera de Sants.


Una vez finalizado el desalojo, a las 19:00 horas, la comitiva judicial que ha seguido el desarrollo del desalojo ha entregado los edificios a TMB, que ha comenzado a derruirlos esta misma tarde.


En un comunicado, la compañía TMB ha asegurado que con ello no quiere obtener ningún provecho ni rendimiento inmobiliario ya que los terrenos, situados en la calle Jocs Florals de Barcelona, en el corazón de Sants, "se pondrán a disposición de la ciudad para desarrollar el planeamiento existente y completar la urbanización del entorno de las vías férreas de Sants y la estación de metro de Mercat Nou".


TMB ha recordado este lunes que "hacía ya algunos meses que las personas que ocupaban el edificio de forma ilegítima sabían con certeza que debían abandonarlo" y ha asegurado que el objetivo del proceso judicial "ha sido recuperar la posesión efectiva de esta propiedad y evitar daños a los ocupantes y los vecinos, al tratarse de una edificación en mal estado".


"TMB no ha pretendido en ningún momento obtener un provecho o rendimiento inmobiliario del solar, ya que la gran mayoría de la superficie está afectada por el planeamiento urbanístico vigente y no es edificable", ha asegurado la compañía municipal de transportes.