Madre e hija niegan los hechos

La Policía rastrea la zona en busca del arma homicida, que todavía no ha podido ser localizada.

Funeral de Isabel Carrasco.
Las detenidas no cooperan pero no niegan los hechos

Las dos detenidas por la muerte de la presidenta de la Diputación y del PP de León, Isabel Carrasco, no están colaborando en la investigación pero tampoco han negado su participación en el tiroteo que acabó con la vida de la política.


La Policía trabaja contrarreloj para reunir pruebas con las que llevar ante el juez a las dos mujeres, madre e hija, a las que se han practicado las pruebas de parafina, que han sido remitidas a la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid para averiguar si alguna de ellas disparó el arma.


Agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional han rastreado las aguas del río Bernesga cercanas a la pasarela sobre este cauce en la que fue abatida a tiros la víctima, en busca del arma homicida, que todavía no ha podido ser localizada.


Las detenidas, María Montserrat González Fernández, de 55 años, y su hija, Montserrat Triana Martínez González, de 35, no están cooperando con la Policía para esclarecer los hechos, pero tampoco han negado su participación en el suceso, según fuentes de la investigación.


La hija ha sido trasladada a la Comisaría de San Andrés del Rabanedo, el tercer municipio de la provincia, muy próximo a León, mientras que la madre permanece en la capital, han explicado fuentes policiales.


La Policía mantiene que la principal hipótesis del asesinato con la que trabaja es la de la "venganza personal", al parecer por el despido de la Diputación de León de una de las dos detenidas, Montserrat Triana Martínez González.


La jueza de Instrucción número 4 de León, encargada de la causa, ha acordado el secreto de las actuaciones con el fin de no entorpecer la investigación que se está llevando a cabo.


Pero las pesquisas no se limitan al suceso en sí, sino también a otros incidentes que se han sucedido tras él.


De esta forma, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asegurado este martes que se ha abierto una investigación para determinar si son constitutivos de delitos algunos de los mensajes injuriosos vertidos en las redes sociales tras la muerte de Carrasco y por los que dos concejalas socialistas gallegas han tenido que dimitir.


Todo en una jornada que en León ha estado marcada por el luto, el dolor de la familia de Carrasco y la presencia de numerosas autoridades que han acudido a la sede de la Diputación a visitar la capilla ardiente de la fallecida y al funeral que se ha oficiado por la tarde en la catedral.


Autoridades encabezadas por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien tras visitar la capilla ardiente ha definido el crimen como un "acto cruel, inútil y absurdo" y ha querido expresar su agradecimiento personal hacia la fallecida, que siempre le apoyó "en los momentos difíciles".


"Aquí estamos, como creo que está toda la sociedad española", ha dicho Rajoy tras acudir a expresar el dolor del Gobierno y de su partido por el asesinato a Carrasco, una mujer "competente, trabajadora, inteligente y tenaz", ha dicho, que "amaba" su partido, el PP.

Como "inexplicable" ha definido por su parte el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero el asesinato de Carrasco, con quien, ha comentado, mantenía una "buena relación".


"Matar es matar; no tiene más dimensión que esa, que es muy dura, muy trágica y muy injustificable", ha añadido.


Rajoy y Zapatero se han sentado junto al presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, en el funeral, al que han asistido otras autoridades como la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el cabeza de lista de los populares en las europeas, Miguel Arias Cañete, miembros del Gobierno autonómico, y toda la Diputación y la corporación municipal leonesas.


Entre aplausos han despedido las autoridades y los vecinos de León el féretro de Isabel Carrasco a su salida de la catedral.


Los restos mortales de la presidenta de la Diputación de León y del PP provincial han sido trasladados desde allí al cementerio leonés de Puente Castro para ser incinerados en la intimidad familiar.