Una ONG marroquí denuncia una tercera valla fronteriza para evitar avalanchas

Considera que "la UE encargar a Marruecos el trabajo sucio para el control de la inmigración".

Un grupo de subsaharianos, encaramados a la valla
Casi 300 inmigrantes aguantan 10 horas subidos a la valla de Melilla

Una organización no gubernamental (ONG) marroquí denominada Asociación Rif de Derechos Humanos de Nador ha denunciado este lunes en Melilla que Marruecos ha iniciado la construcción de una valla en su territorio, lo que vendría a unirse a la doble valla que existe en la parte española de los nueve kilómetros de perímetro fronterizo que separan ambas partes.


En rueda de prensa, su presidente Chakib Alkhayari, acompañado por el responsable de ONG melillense Prodein, José Palazón, ha explicado que desde hace tres semanas "se vienen realizando trabajos" en la parte marroquí de la frontera con la "excavación de un foso" y a continuación una alambrada "con cuchillas", en referencia a las concertinas o alambres que terminan en cuchillas que coronan las vallas.


Chakib Alkhayari, traducido del árabe al castellano por Palazón, ha criticado que el Gobierno marroquí no ha informado de ello "ni a la opinión pública ni a través de las Cortes" y considera que "la Unión Europea no puede encargar a Marruecos a hacerle el trabajo sucio para el control de la inmigración" irregular.


El responsable de la Asociación Rif de Derechos Humanos considera "inhumana" esta construcción de un valla en territorio de Marruecos, que tendría como objetivo impedir los saltos masivos sobre Melilla, y señala que esta acción "contraviene la actitud que vienen manteniendo las autoridades marroquíes con los inmigrantes", ya que asegura que en estos últimos años se ha respetado a estas personas "no realizando disparos con fuego real" cuando hay saltos o "no expulsar a los inmigrantes que son atendidos en sus hospitales".


Alkhayari ha pedido la paralización de la construcción "de un tercer muro" porque, de llevarse a cabo, "Marruecos empañaría su actitud en torno a los inmigrantes".

Por último, ha negado que en su país haya 40.000 subsaharianos esperando una oportunidad para entrar en Ceuta o Melilla, saltando sus respectivas vallas, y ha tachado estos datos ofrecidos por el ministro del Interior Jorge Fernández Díaz como "cifras comerciales".