La familia de la niña muerta en Treviño denuncia a los médicos que la atendieron

El Gobierno vasco asegura que hubiera fallecido aunque hubiese sido trasladada en ambulancia.

El Servicio Vasco de Salud ha decidido abrir un expediente disciplinario por negligencias a la médica coordinadora de emergencias que atendió la llamada telefónica de la madre de Anne Ganuza, la niña de tres años residente en Treviño (Burgos) que murió el pasado día 17 en un hospital de Vitoria.


El director del Servicio Vasco de Salud, Osakidetza, Jon Etxeberria, ha dado a conocer esta decisión durante su comparecencia en la Comisión de Salud del Parlamento Vasco, aunque ha precisado que la muerte de la niña, provocada por una "sepsis fulminante" de origen bacteriológico no se hubiese podido evitar con el envío de una ambulancia desde Vitoria.


Éstas son algunas de las conclusiones del expediente informativo elaborado por Osakidetza sobre las causas del fallecimiento de la niña.


El informe de la sanidad vasca incluye un relato de los hechos que comienza el domingo 16 de marzo minutos antes de las 18.00, cuando la niña fue atendida en Urgencias de Txagorritxu por "disminución de la ingesta en un cuadro de varicela con fiebre en días previos".


Acudió a Vitoria por recomendación del médico del Punto de Atención Continuada de Treviño (Burgos), al que le llevaron sus padres esa misma tarde.


Los facultativos determinan en Urgencias que su estado "decaído" era normal en un contexto de varicela de cinco días y le dan el alta con tratamiento, instrucciones del pediatra y la recomendación de volver a urgencias en caso de empeoramiento.


Al día siguiente, a las 6.34 el padre de la niña llama a SOS Deiak cuando sale del trabajo y se dirige al domicilio para informar de que su mujer estaba "asustada" por el estado de su hija.


Un operador recoge la llamada y se pone en contacto con la madre y, después es la médico coordinadora de emergencias la que inicia una conversación telefónica con ella.


La doctora cree, "atendiendo a la información facilitada por la madre, que no es necesaria" una ambulancia y opta por que el médico de urgencias de Treviño (Burgos) acuda al domicilio de la niña.


La madre llama a la médica del enclave y cuando ésta acude al domicilio familiar, los padres ya lo habían abandonado para acudir al hospital de Txagorritxu, al que llegaron pasadas las siete de la mañana.


La niña ingresa en situación de "fracaso cardiorrespiratorio" y las labores de reanimación cardiopulmonar no dan resultado, por lo que fallece a las 8.25. La posterior autopsia determina que su muerte estuvo provocada por un fallo multiorgánico ocasionado por un "shock séptico de curso fulminante", una infección muy grave y poco habitual y con una tasa de mortalidad muy elevada.


Con estos datos, Etxebarria ha explicado que el informe concluye que la atención prestada en todo momento por el hospital vitoriano fue adecuada.


Por ello, señala que una ambulancia no hubiese salvado la vida de la pequeña porque una asistencia prestada "media hora antes" no hubiese impedido el fatal desenlace causado por un fallo multiorgánico que "estaba presente con anterioridad".


A pesar de ello, el expediente arroja como otra de sus conclusiones que la médico coordinadora de emergencias "no valoró adecuadamente" la información que le dio la madre y que, además tuvo un "déficit manifiesto de gestión proactiva", por lo que Osakidetza le abrirá un expediente por una falta.


Etxebarria ha relatado que la madre alertó a esta profesional del mal estado en el que se encontraba su hija y le dijo que llevaba "toda la noche agonizando", que emitía "gemidos y palabras no entendibles", que "estaba morada, tenía las manos frías" y que no hablaba.


Esta profesional también se enfrenta a una denuncia en los juzgados interpuesta por los padres de Anne por un posible delito de "imprudencia grave con resultado de muerte". La pareja, que ha denunciado también a los servicios de Salud de Euskadi y de Castilla León, quiere que se investigue si los profesionales implicados en el caso pudieron incurrir en un delito de homicidio por negligencia médica.


Con las conclusiones del informe, el consejero vasco de Salud, Jon Darpón, ha dejado claro que la muerte no estuvo motivada por un problema de "insolidaridad, discriminación o falta de coordinación" entre Euskadi y Castilla León, comunidad de la que depende administrativamente Treviño, ya que ha insistido en que los protocolos sanitarios entre ambas autonomías funcionan.


En cuanto a la posibilidad de rebajar la edad de vacunación de la varicela en Euskadi, ahora fijado en los diez años, Darpón ha precisado que este calendario "no debería moverse por un caso aislado", pero ha dicho que en esta materia actúan según las recomendaciones de los expertos.